Ya pasó el pegajoso día del amor y la amistad y nos podemos dar el lujo de hablar de las cosas que realmente nos gustan, personalmente, amo las películas de miedo, pero chance es porque soy un poco (muy) morbosa y entre más sangre salga, más me gusta, pero ese es mi problema mental, al ver tantas, es evidente que están llenas de clichés y aquí los más comunes:
El espíritu o ente sobrenatural siempre habitará en un sótano o ático, cualquier sitio en el que no haya posibilidad de huir rápidamente en caso de que las cosas se pongan feas.
No falta el inteligente en el grupo de personas que están tratando de sobrevivir que dice “hay que separarnos” y sabes que mínimo la mitad del grupo se va a morir después de haber tomado esta no tan inteligente decisión.
Algo tienen los espejos, la verdad me da miedo averiguar qué, pero el ente o el asesino por alguna extraña razón siempre aparece cuando la futura víctima se está viendo en el espejo, lo desempaña o lo cierra.
Sin duda, no son ágiles; siempre que se presenta alguna persecución, el que está siendo acosado se tropieza más veces de lo normal, ¿han visto esos infomerciales donde la gente no sabe hacer nada? Así.
La necesidad de siempre parar en el camino; no sé si es un castigo por no haber ido al baño, cargado gasolina o comido antes de salir de su casa, pero siempre sienten la necesidad de pararse en medio de la nada en ese lugar donde se ve que nunca ha entrado un rayo de luz.
Hay un cliché en muchas, donde el personaje más inocente del grupo suele ser el verdadero asesino y el final pasa una serie de flashforward donde vez todo lo que lo orilló a matar al grupo de personas que seguro lo molestaron en el pasado o en realidad siempre fue una mente perturbada y brillante con sed de herir al prójimo sin aparente razón.
Cada que se escucha un ruido y la víctima está sola, pregunta “¿hay alguien ahí?” o “¿Quién está aquí?” y yo sigo esperando el momento en el que el asesino le diga “¿yo, por?”
Matan perritos; esto es lo que más me duele y no solo de las películas de miedo, de todas las películas y me pongo muy mal. Pero en las de miedo, el perro siempre se da cuenta de que algo raro está pasando o de que hay alguien, pero nunca le da tiempo de avisar.
Si son de los personajes súper curiosos que tienen la necesidad de asomarse a través de una mirilla o a una puerta, lo que sea que los esté persiguiendo nunca aparecerá la primera vez, la música se para y sabes que va a aparecer cuando empiece a sonar otra vez.
El fantasma casi siempre está en el cuerpo de un niño o niña excesivamente perturbado; me da mucha curiosidad saber qué hacen los niños cuando se ven en pantalla y he leído muchísimos casos donde sí se llegan a traumar.
En el grupo siempre va a haber una mujer muy guapa que por alguna extraña razón siempre tendrá la necesidad de meterse a bañar y además de tener a lo largo de la película un pronunciado escote, muere en la regadera después de una escena que dejó al descubierto todos sus atributos físicos (probablemente antes de los 40 minutos de la película)
En las películas en las que llaman a algún experto en el tema que esté pasando, hay de dos; o éste huye diciéndoles que es algo aterrador que nunca antes había visto, o se muere enfrente de todos porque lo que sea que los está acechando lo sobrepasó.
Todo deja de funcionar; al intentar huir del lugar donde están siendo atacados, no saben meter las llaves a la cerradura, el coche no prende, los celulares no sirven y nunca tienen señal (casi siempre se caen y la víctima no los puede alcanzar) se va la luz y se pegan con todos los objetos que están a su alrededor, también, si le llegan a hablar a la policía, siempre llega cuando ya todo está resuelto y no hay nada que hacer.
Siempre hay un pasillo; no necesariamente tiene que pasar algo en éste, pero siempre hay uno, probablemente sin luz o con alguna parpadeando. El que más traumó mi infancia y mi paz mental en los hoteles fue el de the shinning.
¿De cuantas películas de terror te acuerdas que se centran en la historia de una linda familia que se ha mudado a una casa vieja, probablemente en medio de la nada? Sin que falte el adolescente apático que solo cambia de actitud cuando su vida peligra.
En fin, no podemos vivir sin ellas por más predecibles que se vuelvan y me gusta ver que con un mismo tema, pueden sacar 345 versiones y todas me gustan.