Desde el anuncio resultó llamativo: la Universidad Iberoamericana de Puebla invitó a una misa con la música de Coldplay. El motivo: celebrar este 11 de octubre el Día de la comunidad, y “arreglarla”, como dice la canción de “Fix You”.
Para engalanar el evento, posmoderno como el que más, se colocó en el fondo del altar católico el mandala con el que se promocionó el disco “A Head Full Of Dreams” (Una cabeza llena de sueños). A un lado estaba el crucifijo.
A la hora marcada sonó la primera canción de la banda británica, el sonido era tan endeble que no se podía identificar.
Así, el rector de la universidad Jesuita, Fernando Fernández Font, subió al escenario y defendió la celebración pues, en la víspera, la Arquidiócesis de Puebla había criticado la misa. A pesar de que la Ibero ya había tenido la autorización de la autoridad eclesial, según confirmaron fuentes de la academia.
Fue así que –ya sin miedo- sonó fuerte la canción de Fix You (Arreglarte). Después, el rector explicó que el rito fue para celebrar a la comunidad, en particular a la poblana, que ha padecido de feminicidios, temblores y lluvias, que han azotado a buena parte de la sociedad.
La ceremonia avanzó sin contratiempos. Cerca de 500 estudiantes atendieron el llamado del rector y saturaron sillas y pasillos para participar en el evento.
Aunque pocos se animaron a cantar, en una pantalla instalada en el centro del altar se proyectaron imágenes del temblor del 19 de septiembre y también de los brigadistas que acudieron a las comunidades a apoyar.
La cúspide del momento llegó cuando Font conminó a la comunidad universitaria a hermanarse y rezar el Padre Nuestro.
Con los sentimientos expuestos, engalanados por un clima nublado, la ceremonia terminó. De nuevo, el rector invitó a cantar la canción de salida “Viva la Vida”, del álbum Viva la Vida or Death and All His Friends (Viva la Vida o Muerte y Todos Sus Amigos).