Tenía 26 años, una invitación de boda impresa en un hermoso papel rosa, un ligue que se notaba bastante prometedor y un vestido talla 0…
Como todas en esta vida cuando compré ese vestido talla 0, gozaba de las amabilidades de la vida: era una puberta delgada que creía que jamás iba a subir de peso, y sí, a todas nos ha pasado, pero para completar la gran historia del vestido, contaba con un ligue que se notaba bastante prometedor al cual llamaremos Señor Bigotes, con el hashtag #SabesQuienEres.
Obviamente dicho personaje aun no sacaba sus dotes de patán, me trataba súper bien, era bastante atento y caballeroso, me invitaba a todos lados y todas ocasiones, así que yo era feliz, por lo tanto la boda debía ser un éxito rotundo, y yo, pues no más no entraba en ese vestido.
Un buen día a modo de desesperación decidí acudir a San Google para ver que tenía por ofrecerme. ¡Santo dios! Hay de todo y para todo, pero mi opción más fácil fue don laxante, la indicación era dos pastillas por la mañana y dos por la noche y obviamente un baño cerca.
Así que sin más ni menos y sin pensamiento racional alguno, acudí a una farmacia y pedí un laxante, el ganador fue SenoKot, su precio aproximado es de $120 y lo consigues así, no más pidiéndolo, no necesitas receta.
Regresé a mi casa, guarde el paquete en un cajón sin fondo y me tomé la primera pastilla, ah porque ante todo el miedo a morir en el baño es canijo y dije “no manches si me tomo dos me muero, voy a empezar con una” a la mañana siguiente descubrí cada uno de los secretos de mi baño, y así durante varios días.
Pero la boda se acercaba y esto no mas no daba resultado, yo me sentía exactamente igual y el vestido se seguía burlando de mí, así que le entre a las dos pastillas, hasta que un buen día la sed aumentaba, tomaba agua y se calmaba por minutos pero al rato tenía mucha sed, tomaba bebidas rehidratantes y no pasaba nada, y lo peor es que sentía como una sensación algodonosa en la boca. ¡Si, real! Como si tuviera algodón en la boca.
Y ahí voy de nuevo a San Google, ¿Qué pasa si siento como algodón en la boca?, me iba a morir en dos días, tenía cáncer de lengua en etapa terminal, en combinación con derrame cerebral, el intestino volteado y una o dos uñas enterradas. Fue el diagnostico, así que tenía un par días para despedirme de mis seres queridos ¡Ay dios! ¿Qué hice?, ¡no me puedo morir! ¿Y la boda? Yo quiero ir a la boda con don bigotes para bailar cumbias, lloré.
Al día siguiente me levanté con la misma sed de la fregada y revisaba mi lengua en todo momento, mientras pedía una cita con mi doctor, llegó la hora y la enfermera gritó: Thalía Herrera puede pasar. Moría de miedo pero entré y le conté todo.
El doc muy pensativo me dijo: me parece muy extraño, ¿algo más? ¿Has estado haciendo algo en estos días, que pudiera provocar esa sensación? A lo que yo respondí (muy segura): ¡no! Solo dos pastillas de senokot por la mañana y dos por la noche, ¿pero sabe qué doctor? ¡No funcionan! ¿No me podrá mandar algo más fuerte y ya luego checamos lo del cáncer de lengua?
El diagnóstico fue: alto grado de deshidratación resultado de la perdida de líquidos, por la ingesta estúpida de laxantes, y obviamente aplicando el dicho “Me salió más caro, el caldo que las albóndigas”.
Me dirigí a la farmacia a comprar, Hidrasec unos polvos hidratantes, que no son electrolitos, yo solo entendía que había que comprarlos si quería presentarme a la boda, su precio aproximado es de $180 y necesitaba dos cajas.
Todo fue mejorando con los días, obviamente se me quito la sensación de algodón en la lengua, mejoró del todo el estado de mi piel y pude presentarme a la boda, con el vestido un tanto apretando.
Siendo de éxito la historia antes contada, ahí te van mis conclusiones:
- Amate tal y como eres: las mujeres somos capaces de todo y logramos siempre lo que nos proponemos, ¿Pero vale la pena hacerlo por agradar a alguien?, don bigotes al final se fue de mi vida, desapareció como si le hubiera dicho que estaba embarazada de trillizos, así sin más ni menos no volví a saber de él, ¿ y mi cuerpo?¿ Valió la pena lo que hice?
- La sociedad pesa: y pesa mucho, estamos casados en el estereotipo en el que ser delgadas es ser guapas, y ¡no! Debemos casarnos con nuestro cuerpo, con nuestra inteligencia, con la esencia y todo lo que tienes para ofrecer.
- No te tomes lo primero que leas en internet:, o te creas lo que ves en la tv: Ninel Conde y Maribel Guardia no son reales, ¡te lo prometo! comprométete contigo y busca ayuda, hay nutriólogos y entrenadores increíbles en puebla que pueden ayudarte a lograrlo.
- Tallas hay muchas, y vestidos divinos por montones:, ahora creo que si hubiera juntado el costo de la caja de laxantes, los polvos hidrantes, la consulta del doctor, las miles de bebidas rehidratantes, pude haber comprado un hermoso vestido, con un par de tallas más y de igual manera me hubiera pasado increíble en la boda.
- Sé Feliz contigo mismo y con quien eres, porque generalmente la gente se queda en tu vida por momentos, y cuando les toca irse o a ti te toca irte, te quedes con alguien que te cae !A toda madre!
- Una frase que me encanta de Osho es: “No Importa quién eres, lo que importa es que debes seguir siendo exactamente lo que eres, porque ahí empieza el crecimiento”, crece en absoluta libertad, tallas, vestidos y hombres hay muchos, solo créelo y siéntete plena de vivir en la talla que gustes.
Posdata:
Perdón papás no quería que se enteraran así, del porque en una época tomaba agua como si se fuera a acabar el mundo.
Sé todos los días inmensamente feliz, ¡ahí está tú magia!