En Revista 360º nos dimos a la tarea de buscar y exponer a todos aquellos poblanos que nos representan con creces desde sus trincheras. En puebla abundan los artistas, músicos, pintores, deportistas, escritores y gente talentosa, chingones que saldremos a buscar para mostrárselo al mundo.
El día de hoy es turno de “Wen Lein”, una joven tatuadora en Puebla que la está rompiendo en el arte de la tinta y piel.
Wendy Sharlyn Medina Méndez, mejor conocida en el medio como “Wen Lein”, es una joven tatuadora de tan sólo 26 años. En un año en la escena de la tinta sobre la piel la poblana ha creado diferentes piezas con estilos en blackwork, tradicional y japonés tradicional.
La estudiante en Diseño de Moda presta sus servicios de tatuadora en el estudio Kraken.
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Además de ser audaz con la maquina de tatuar y las agujas, Wen tiene una marca de kimonos de corte tradicional japonés llamada “Mommo Fuku”.
“Wen Lein” nos cuenta lo que piensa sobre el tatuaje, “es arte no solo para la piel, también para alma, es como un sello emocional que va desde el simple gusto por el diseño, hasta vivencias que han marcado interiormente a la gente, quienes deciden exteriorizarlo por medio de un tatuaje”.
“Es confianza, entender, es empatía… es conocer”.
La tatuadora agrega “y evidentemente es respeto por la piel, todos comenzamos aprendiendo y es algo que entiendes conforme vas creciendo en esto”.
Al hacer una analogía o metáfora, relacionando el tatuaje con la música, le preguntamos a Wen, si el tatuaje fuera una banda musical, ¿cuál seria y por qué?, “yo no lo encasillaría en un grupo si no más bien en un género, y para mí sería el rock con todas sus evoluciones, ramas y derivados, es igual de diverso que el tatuaje, hay de todo y para todos”.
Sobre la creciente cantidad de tatuadoras y tatuadores en la ciudad, sobre la moda del tatuaje Wen asegura, “hace tiempo no lo era, actualmente si, pero no creo que esté mal. El arte está para eso, para disfrutarse. Y creo que si lo viéramos desde un punto negativo estaríamos siendo poco profesionales”.
“A veces los tatuadores confunden el estatus social con la pasión por el arte”
Wen afirma que el papel de una tatuadora puede ser similar al de un psicólogo, “es casi el mismo que el de un psicólogo (risas), el de escuchar, entender y aconsejar, solo que en vez de sanar la mente yo plasmó ideas en la piel”.