Rafael Micalco Méndez acusó nuevamente a su lideresa estatal, Augusta Valentina Díaz de Rivera, de usar “indebidamente” las prerrogativas de su partido para promover a Eduardo Rivera Pérez como su “candidato” para sucederla en la Presidencia del PAN estatal, pues así lo dio a conocer en Twitter. En la publicación, el diputado local evidencia con fotos a su dirigente acompañando a Rivera Pérez en una gira por Atlixco.
Usamos la expresión “nuevamente” porque hace poco más de una semana, en el Consejo Estatal de dicho partido, Micalco fue uno de los dos panistas quienes exigieron la renuncia de Díaz de Rivera por sus magros resultados en los comicios constitucionales del pasado mes de junio y porque los albiazules desconocen en qué y cómo se usaron las prerrogativas, además de que no se ha hecho una verdadera evaluación de por qué perdieron tan estrepitosamente en la entidad.
Micalco escribió una carta dirigida a Díaz de Rivera que subió a Twitter:
“Realizar recorridos o eventos por parte de la dirigencia, después del término de la campaña constitucional, con quien fuera el candidato a la gubernatura del estado, y destapado públicamente de manera indebida por usted como su candidato a sucederla en la dirigencia estatal, violenta de manera grave los principios democráticos de igualdad de condiciones para todos los candidatos.
“La dirigencia (del PAN) al estar utilizando recursos del partido para promover indebidamente a su candidato, representa una violación clara de la neutralidad que se debe mantener durante todo el proceso. Por ello, es esencial que los recursos del partido se utilicen de manera imparcial y con fines institucionales (y) no para beneficiar a un aspirante en específico (Lalo Rivera)».
A lo lejos (quizá ya no tanto) se ve venir otra imposición en el partido blanquiazul.
Por cierto, y antes que se nos olvide, resulta que a don Adán Domínguez (alcalde sustituto) no lo ven bien en el interior del estado, según algunas de las fuentes consultadas, pues así lo han hecho saber cuando han puesto el nombre en la mesa en caso de que no sea Rivera.
La ventaja que tiene Rivera Pérez es que, aunque la oposición y molestia contra la actual dirigencia en toda la entidad es amplia, está dispersa. No traen un candidato en común. Son muchas voces que han levantado la mano y eso ha pulverizado a la oposición interna que sí existe. No han sabido ponerse de acuerdo, aunque en corto, muchos albiazules confiesen su inconformidad y desprecio sobre el comportamiento de sus líderes.
El futuro para el panismo no es muy halagüeño, tienen muy poquitos diputados locales, tienen muy pocos regidores y la única ciudad importante que gobiernan es San Andrés Cholula.
El PAN, después de haber gobernado por casi ocho años la entidad, regresó a ser el partido de los años setenta u ochenta, el de las familias, el que es usado para conseguir obra pública con el gobierno para beneficio de los empresarios constructores de El Yunque.
Ya solo falta que pidan sus placas de taxi, como lo hicieron con Piña Olaya los del Foro Democrático antes de renunciar al blanquiazul.
En fin, todo se resume a una patria ordeñada de manera generosa ¿o cómo era?