Por Sommelier Edgar Aguilar Romero
Mis queridos sibaritas, ¿cuántos de nosotros no hemos disfrutado de una buena copa de vino acompañada de la siempre fiel compañera, la señora Pizza? Un clasico, pero muchas veces fallamos en el momento de hacer una buena elección y casar a estos dos amantes fieles para hacer la pareja ideal. Pues el día de hoy les traigo algunas recomendaciones para que la hagan de cupido gastronómico y encuentren a su pareja ideal de pizza y vino entre las miles de opciones que nos regala este vasto mundo culinario.
La sencillez de su preparación la hace versátil para maridarse con un gran número de etiquetas. Originaria de tierras vinícolas y con las características que distinguen a los platos italianos “pocos ingredientes de gran sabor”, la pizza se lleva bien igual con blancos y rosados que con tintos. No es casualidad que una de las mancuernas favoritas de restaurantes italianos sea justamente la de pizza en acompañante con vinos.
Maridajes de pizza tradicionales
Comenzaremos con las clásicas pizzas con salsa de tomate y mozzarella, jamón u otros fiambres como higo y prosciutto. Hay que tener en cuenta la acidez ya predominante de nuestra salsa antes de elegir el vino adecuado. Para estos casos es recomendable vinos frutales y con baja acidez para no generar diferencia en intensidad y que resalten ambos productos.
Entre los vinos que van muy bien con este tipo de pizzas clásicas se encuentran:
- Los tintos de uva Shiraz o Syrah de cuerpo medio, que compaginan muy bien con el contenido oleoso y graso del mozarella o quesos sobre todo fuertes y aromáticos como el queso azul, provolone o fontina. Un vino de uva Malbec es su mejor elección.
- En el caso de los blancos, un Savignon Blanc resalta perfecto los sabores de hierbas como el orégano, al igual que con pizzas de vegetales con cebolla, aceitunas u hongos.
- Unos de los vinos que mejor combinan es la Bonarda por sus notas a ciruela y moras y sus taninos robustos dan ese toque muy frutal y limpio en paladar necesario; el Chianti Italiano es una buena mancuerna para una pizza típica napolitana con tomate, ajo y albahaca.
Pizzas menos tradicionales
Las pizzas blancas pueden estar compuestas por diferentes quesos, salsa bechamel, oliva u otros ingredientes como espinaca, calabacín, etc., pero su característica primordial es que no llevan salsa de tomate, por lo que la opción de un vino es muy amplia.
Un Sauvignon Blanc, un Pinot Gris o inclusive algún vino espumoso como un Cava Español o Prosecco Italiano son extraordinarias opciones para tener en cuenta a la hora de elegir alguna pizza que lleve algún tipo de frutos de mar como camarón, pulpo o incluso anchoas, de igual manera van muy bien acompañadas con vinos procedentes de la uva Chardonnay. Lo mismo con algún pescado como el salmón o atún, los vinos blancos de Chardonnay de barrica son excelente alternativa.
La versatilidad y gran variedad de sabores que se mezclan en una pizza hacen de este plato tradicional Italiano el perfecto acompañante de una copa de vino que igual puede ser tinto, blanco, rosado o espumoso. La selección es infinita y el placer sensorial, inigualable. Experimentar es la mejor manera de aventurarse a nuevo sabores dentro del mundo de la pizza acompañada de una buena copa de vino.
Como siempre, mis queridos sibaritas, ustedes tienen la ultima palabra. Espero que estos tips los hagan encontrar la pareja perfecta y recuerden que para perfeccionar el arte del maridaje hay que probar y probar y probar una y otra y otra y otra y otra vez.
¡Chao!