“No os confundáis”, dijo El Señor. ¿Qué Señor?, pues el señor y ni una palabra más. Aunque anoche quedó oficialmente cerrado el maratón Guadalupe-Reyes. Inició el más interesante: el maratón Reyes-Charlie Hall.
Ayer la Revista Campaings and Elections presentó su primer ranking para la alcaldía poblana en el 2021 y el primer nombre que salta a la vista es el de Fernando Manzanilla Prieto. El secretario de Gobernación que ha sido removido de su cargo sólo en columnas periodísticas desde mediados del año pasado, pues hasta el cierre de esta publicación seguía despachando por allá por el Garibaldi poblano.
¿Qué tiene Manzanilla que tanta molestia genera al interior de algunos grupos de Morena? Pues de entrada que él no es de Morena. Es del Partido Encuentro Social.
En segundo lugar, para bien o para mal su actividad política en Puebla arrancó desde el sexenio de Melquiades Morales cuando era el verdadero cerebro del morenovallismo y del auténtico grupo Finanzas y eso le da ventaja en cualquier carrera.
Posteriormente, rompe lazos con su cuñado Rafael Moreno Valle porque éste último le incumplió varios acuerdos y las formas del ex gobernador ya estaban rayando en dictatoriales, situación que al propio Manzanilla ya no le encantaba ser parte de esa trama. La salida del grupo provocó que los morenovallistas se convirtieran en salvajes vikingos a la hora de la cena y como consecuencia les cayó la voladora cuando murió el niño de Chalchihuapan.
Otra situación que no les agrada a los morenistas es que ha trascendido que el actual secretario de Gobernación mantiene una buena relación con Julio Scherer y con la secretaria de Gobernación federal Olga Sánchez Cordero. Ha sabido crear ligas y relaciones con grupos nacionales.
Todo eso sumado da la lógica de los resultados presentados por la encuesta publicada en la mencionada revista líneas arriba.
Pero ¿qué pasa en el fondo?
Manzanilla aunque le han quitado operadores políticos en su oficina, él sigue operando. Él es el secretario de Gobernación y aunque David Méndez maneja también una parte importante, si a Mazanilla Prieto le piden su carta de renuncia se convertiría en un personaje peligroso porque al regresar a su curul al Congreso de la Unión puede moverse libremente con los grupos para conseguir la nominación a la Presidencia de Puebla y en una de esas se cuela hasta Casa Aguayo.
Aclaro, esta columna no tiene la intención de defender al diputado con licencia. Tiene más de dos años que no nos sentamos a tomar un café y alguna vez existió una diferencia por una columna que escribí y no le gusto nada de nada al secretario.
Ayer inició la puja por la alcaldía y Manzanilla puede ganar. En el caso de Gabriel Biestro que está en segundo lugar hay que decir que él sí tiene peso al interior de Morena y el cariño de Miguel Barbosa, pero si lo sacan del Congreso, los diputados de ese partido quedarían huérfanos a manos de los lobos, y es que el morenista es el único que ha entendido el teje y maneje legislativo.
Si analizan los dos perfiles: ambos son necesarios en sus cargos. No se pueden soltar porque son indispensables y puede ser que uno de ellos sin correa de mando: hasta peligroso.
Lo único que le toca a Manzanilla es que a todos sus adversarios les invite un té aunque sea de… yerbabuena y amarre al interior de ese partido en Puebla que es donde no lo quieren.