No hay una oposición con rumbo y el partido en el gobierno tampoco tiene rumbo. Los partidos políticos en general no entienden la importancia de las redes sociales. Leo por ejemplo a un tal Fernando que saca fotos ejercitándose y mostrando sus patas flacas y peludas o leyendo libros de superación personal en Instagram. Con frases de Paulo Cohello o sacados de alguna búsqueda de Google.
¿De qué sirve eso?
De absolutamente nada.
El internauta común busca carros, imágenes de mujeres u hombres -según sea la preferencia– deportes, relojes, vestimenta para bebés, en fin, son muchos los intereses y sobre todo busca identificarse si va a ser un tema político. Lo que le viene valiendo tres kilogramos de chorizo verde de Toluca es si el susodicho político fue a la Cámara de Diputados a proponer medidas que favorezcan la economía del país en tiempos de pandemia.
Y no es que a la gente no le importe qué se proponga, es una obviedad, pero yo también puedo proponer que se celebre el día de la guajolota –torta de agua rellena de un suculento tamal de rajas o mole y más si son los del Parián– y mi petición pasaría sin pena ni gloria y en ese caso prefiere el ciudadano ver Pornhub que andar viéndole la pelona a un ex secretario de Gobernación.
En esa lógica es la que andan todos los partidos: puras guerras de aire.
La oposición está perdida y el partido en el poder está dividido.
¿A quién apostarle para el 2021?
Lamentablemente será a quien deje más y reparta más, porque de todos los aspirantes o partidos políticos no se hace ni uno solo. Todo lo que estamos viendo en este momento de acusaciones y señalamientos es los ajustes para ver quien sí y quien no.
Lo que ocurre a nivel nacional repercute a nivel local. Y si la oposición está perdida y Morena dividida lo único que ocurrirá es que en las urnas ganarán las estructuras y quien mejor tenga un manejo de ellas se impondrá porque lo que está generando es una reacción de apatía con respecto a los procesos electorales.
¿A dónde se fueron los viejos operadores electorales que trabajaron con el PRI y luego con Moreno Valle?
Esa es la respuesta del triunfo de las mayorías en 2021.
Lo demás son puras chaquetas mentales que todos nos hacemos de entre lo que nos gustaría y lo que debiera ser. La realidad se impone y en las elecciones intermedias que sí habrá mucha competencia y demasiado desgaste, triunfará quien tenga más canicas.
¿Habrá guerra sucia?
Ya la hay.
¿Habrá bots y cuentas falsas?
Ya operan y no salen de gobierno del estado, por cierto. Nada más hay que ver quien le operó a Moreno Valle y a Gali esos temas.
¿Habrá…?
Claro que habrá lo que ustedes gusten y manden. Es una guerra por los contrapesos y por mantener las mayorías en los espacios legislativos. Y todo este desgaste que vivimos a nivel nacional y local solo favorece a las estructuras.
Porque hasta el más chimuelo masca tuercas.