La nueva configuración del poder llegó desde agosto del año pasado cuando Miguel Barbosa Huerta asumió el cargo de gobernador. Los nuevos nombres de hombres y mujeres ponen las nuevas reglas.
El primero de la lista por obvias razones es Miguel Barbosa quien comenzó su vida política a mediados de los años 90. Renunció al PRI y se sumó al PRD. En 1998 se convirtió en el líder del partido del sol azteca y ascendió poco a poco, primero como diputado federal, luego como senador de la República y fue el titular de la Cámara Alta. En el 2018 le disputa por Morena el poder al morenovallismo y finalmente en elecciones extraordinarias se convirtió en el llamado 01.
David Méndez Márquez aparece como un 02. El actual secretario de Gobernación estatal viene de una familia de izquierda: Jorge Méndez Spínola y Rosa Márquez Cabrera. Ambos militaron en el viejo Partido Comunista Mexicano y participaron en las luchas universitarias en los años setenta. Rosa Márquez fue funcionaria en el Gobierno de la Ciudad de México. Actualmente es regidora y encabeza el famoso G7, un grupo de regidores que han cuestionado a la alcaldesa Claudia Rivera Vivanco.
Gabriel Biestro Medinilla es el tercero en esta lista. El líder del Congreso desplazó a José Juan Espinosa a quien lo dejó como un espectro que ya casi nadie le hace caso. Fue líder de Morena y es uno de los hombres más cercanos al gobernador de Puebla. Hoy su nombre aparece entre la lista de posibles candidatos (quizá sea el más seguro) para la alcaldía poblana. Tiene un grupo de adeptos entre diputados, presidentes municipales y militantes.
Verónica Vélez Macuil la directora de Comunicación Social quien también es cercana al gobernador. Fue a la primera mujer que nombró el mandatario (cuando era electo) como la encargada de difundir la información que genera la administración estatal. Su lealtad es a prueba de balas por eso tiene mucha influencia y goza del cariño de Barbosa a quien en corto la presume como “mi hermanita”.
Carlos Meza Viveros es un abogado, jurista que no ostenta ningún cargo público pero es amigo del mandatario poblano. Sus artículos de opinión los escribe sin acritud pero los escribe con tal fuerza que no hay que dejar de lado sus puntos de vista. Últimamente ha señalado la necesidad de un cambio en el Tribunal Superior de Justicia. No sabemos si es que un día lo incluyan en la nómina estatal, pero de que tiene influencia, la tiene sin duda.
Claudia Rivera Vivanco al ser la presidenta municipal de Puebla debe aparecer en cualquier listado. Su primer año fue duro. Pagó su novatada. Cada vez va amarrando y forjando. Las diferencias que alguna vez mantuvo con el mandatario se han ido limando ya que por el bien de este estado es necesario que exista comunicación entre ambos. Le han achacado a ella la culpa de la inseguridad, aunque no es la única responsable ya que existen otras áreas de gobierno que están mal, empezando por Palacio Nacional.
Alfonso Esparza Ortiz como rector de la BUAP mantiene el control dentro de la máxima casa de estudios del estado. Lo han convertido en víctima por las acciones emprendidas desde la Auditoría Mayor del estado. Es amigo de la esposa de presidente de la República, Beatriz Gutiérrez Müeller y algunos partidos lo quieren postular para ser el abanderado a la alcaldía de Puebla, aunque hasta el momento se sabe que ha declinado a dichas ofertas. La comunidad universitaria lo respalda.
Olivia Salomón la secretaria de Economía aparece en el listado porque desde hace tiempo su nombre aparece como posible candidata a la alcaldía poblana. Quizá no sea tan cercana al mandatario estatal pero no ha generado problemas en su gestión. Mantiene una relación estable con la Iniciativa Privada. Si la economía mejora en el estado por mayor inversión sus posibilidades crecerán.
En otro momento pensábamos que Tayco Alarcón como nuevo líder del Consejo Coordinador Empresarial podría ser un contrapeso importante, pero la verdad es que el CCE ha venido de más a menos. Es más ¿alguien se acuerda de qué es el CCE? Ni picha ni cacha ni deja batear, diría el clásico popular. Es un ente que no presiona ni avala. Anodino totalmente.
Jesús Zaldívar como líder del PAN en la ciudad si bien no ha generado un discurso de contraste y oposición hay que reconocerle que sí tiene poder e influencia entre sus correligionarios. Nada que ver con la que cobra como dirigente estatal. Su llegada al PAN en la ciudad con el respaldo de los viejos y nuevos panistas lo colocó en un punto que debe ser considerado por su influencia.
Más adelante, la lista de quienes perdieron el poder.
Sin Llorar.