Si hay una persona que ha enfrentado a tirios y troyanos es Alfonso Esparza Ortiz. Como rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla ha jugado limpio y ha hecho todo para que la máxima casa de estudios siga en los primeros lugares a nivel nacional, a pesar que, desde la federación y con los cambios de gobierno, han existido recortes para todas las instituciones de educación superior públicas.
Esparza, como buen contador público que es, ha sabido administrar los recursos que le otorgan pues hasta el momento ha sacado todo adelante. Se dice o se lee fácil, pero la verdad es que no lo es.
Uno de sus grandes logros es que ha sabido acercarse al gobierno federal e incluso ha sabido amarrar una alianza con la esposa del presidente de la República, Beatriz Gutiérrez Müeller quien como todos lo recordamos fue la invitada a su informe en octubre pasado y ella fue quien le levantó la mano.
Fotografía que todos vimos en redes sociales
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Esparza ha sabido jugar sus barajas tanto políticas como administrativas y muchos de sus críticos que pensaron que habría que regresar a la universidad pública un espacio de creación de cuadros políticos detuvieron sus ataques dese el pasado mes de octubre.
Tampoco hay que negar que este 2019 ha sido de los más turbulentos para el país en materia de seguridad, economía y en el caso de nuestro estado, desde julio del 2018 hasta agosto de este año, faltó de una auténtica autoridad estatal, pues con ese carrusel de gobernadores que hubo desde Tony Gali hasta Guillermo Pacheco fue todo un desbarajuste.
El rector de la BUAP a pesar de todo ello ha mantenido a la máxima casa de estudios. Él junto con todo su equipo de trabajo han soportado todo tipo de vendavales y tormentas y no han dejado de pagar la nómina ni ha bajado la calidad educativa.
Es importante resaltar el esfuerzo porque es en serio que el 2019 ha sido uno de los años más locos que hemos vivido los mexicanos y que muchos podrían haberse quebrado. Y aguantó hasta el combate que recibió por parte del constructor Mario Mendívil por el tema de Los Lobos.
También cabe resaltar que desde que llegó Esparza a la rectoría ha despolitizado el ambiente universitario, si bien ha permitido la expresión libre de ideas al interior de la institución no cargó los dados a favor o en contra de algún candidato o partido político, aunque digan lo contrario algunos de sus críticos, quienes, honestamente, son pocos.
Así que bien vale la pena reconocer el esfuerzo del rector de la BUAP, pues lo ha logrado a pesar de que haya algunos intereses en su contra. La universidad no se ha caído, al contrario, continúa en buenos lugares a nivel nacional.
El 2020 se vislumbra difícil en todos los sentidos, económicamente el país no se ve que vaya a avanzar mucho por las políticas desarrolladas por la cuarta transformación, los niveles de inseguridad van en aumento y Puebla es parte de la estadística, lamentablemente.
El reto del rector de la BUAP es salir avante ya que si no la tuvo fácil en este 2019, el año que viene puede estar más duro, pero pocos han entendido que hay pilares del poder en Puebla tan importantes como la Volkswagen o la BUAP que no es conveniente desestabilizar ya que afectarían socialmente al estado.