Para todos aquellos que piensan que Fernando Manzanilla tiene posibilidades para el 2021 o más adelante les tenemos una mala noticia: sus números en las encuestas no solo están abajo están perdidos.
Manzanilla no figura para aparecer en la boleta.
Su mayor virtud es trabajar en las sombras y sacar provecho de quien gobierna. Para lo que es extraordinario es para la tenebra. Venderse como un conciliador, un embajador de paz, un budista perdido en la Angelópolis, un maestro Zen que avienta platos de frijoles, un ávatar de la cuarta transformación.
Otro Jodorowsky perdido en la ciudad.
Operó así con Rafael Moreno Valle y luego con Guillermo Pacheco Pulido. Cuando llegó Barbosa al poder, fue Manzanilla quien corrió la versión de que su jefe estaba mal de salud y que él se quedaría al frente. Fue él quien además prometió puestos; mandó a Fernando Ramos Montaño a espiar la agenda privada del gobernador a decirle a todos que fue por él y por sus operadores (Montaño y Silvia Argüello) que sumaron a los partidos para derrotar a Enrique Cárdenas.
Hoy quiere usar cualquier tipo de medio para posicionarse, pero lo que nunca se ha dado cuenta es que lo tienen en la mira, que saben de él cada jugada, que saben con quien se reúne y a quien patrocina, que su jugada es meter las manos en el PAN, en el PRI, en el PRD, en Movimiento Ciudadano para “hacer un congreso de coalición” y desde ahí declararle la guerra a Barbosa.
Es Manzanilla a través de Eduardo Alcántará y sus aliados quienes presionan para que no aparezca Eduardo Rivera Pérez en la boleta.
Lo que no sé si sepa y que las encuestas verdaderas -no las que aparecen en algunos medios- le han dado a conocer que tanto él como ese partidito llamado PES no alcanzan más del dos por ciento. Tiene más influencia los partidos de Pedro Haces o el de Elba Esther que el Encuentro Social.
Y vaya que ya es hablar de la chiquillada.
Ahora, ¿Qué papel jugará el PES con Paco Ramos dirigido por Manzanilla, si son aliados de la cuarta transformación pero están enfrentados con el gobernador Miguel Barbosa? Será una paradoja porque no apoyarán para que ganen los candidatos de Morena pero sí de otras fuerzas en su proyecto de hacer un “gobierno de coalición”.
Ese juego perverso de aliar a todos los partidos suena muy bien en el papel, pero en la realidad es una jugada sucia porque es para desaparecer a la oposición y que desde el poder se eliminen los contrapesos, ¿les suena real? Claro, porque fue lo que hizo Rafael Moreno Valle cuando arribó a la gubernatura.
El problema de Manzanilla es que no es muy transparente que digamos. Ha vendido espejos de democracia pero es pan con lo mismo. Tiene su grupo de adeptos, sí, unos exmorenovallistas, unos panistas, otros dispersos en varios partidos políticos pero en la realidad socialmente tiene pocas posibilidades.
Con Pacheco Pulido transitó porque él era quien gobernaba, pero con Miguel Barbosa no lo pudo hacer porque el mandatario es un verdadero jugador de ajedrez. Conoce el tablero, conoce las funciones de cada una de las fichas y sabe bien que si un peón llega al lado contrario tiene el poder de una reina. Sabe muy bien los enroques y cuando sacrificar a alguien con tal de mantener la mayor parte de las fichas en juego.