La historia se sitúa 200 años antes de la original y 33 millones de espectadores después (esas fueron las cifras de la última temporada). En el ambiente se respira una mezcla de nervios, ganas y… unas cuantas preguntas.
¿QUÉ ESTÁ EN JUEGO?
La acogida del público podría determinar nada menos que el futuro de la franquicia. Su éxito aseguraría a la plataforma que los espectadores están deseando más historias, lo que podría dar lugar a muchas otras series ambientadas en Poniente.
Además de La Casa del Dragón, HBO Max tiene al menos otros cinco proyectos en desarrollo. El último en confirmarse ha sido Snow, una serie centrada en Jon Snow, uno de los personajes más emblemáticos de la adaptación de Canción de hielo y fuego -la serie de siete libros de George R.R. Martin– y que tendrá como protagonista de nuevo a Kit Harington.
La importancia que tiene esta precuela se basa en la que ya tuvo Juego de Tronos para la plataforma después del éxito de sus ocho temporadas en antena. Ahora la búsqueda de su sucesor por fin ha terminado. La Casa del Dragón se postula como una de las apuestas más fuertes de HBO en los últimos años.
Juego de Tronos cambió las bases del éxito de las series de género fantástico, no obstante, su último episodio –que además dividió a la crítica y a los espectadores– fue en 2019. Mucho ha llovido desde entonces. Si la primera temporada completó 9,3 millones de abonados, la progresión fue constante pasando por los 11,6 millones, los 14,4, los 19,1, los 20,2, los 25,7 y, por fin, los irresistibles 32,8.
¿QUÉ VEREMOS?
La Casa del Dragón cuenta la historia de la dinastía Targaryen, la más poderosa en la historia de Westeros, en plena época de los dragones y algo más de dos siglos antes de la época en la que transcurre Juego de Tronos.
La serie se centra en la historia de la Guerra Civil que llegó a ser conocida como La Danza de los Dragones porque vio a dos herederos del Rey Viserys I -aquí interpretados por Emma D’Arcy y Matt Smith– enfrentarse por la corona.
Algunos elementos interconectarán la serie original con ésta. La música, algunas frases originales del libro y un mayor cuidado en cuanto a la verosimilitud. Fantástica sí, pero con los pies en la tierra. Algo inédito será la aparición de hasta 17 dragones diferentes y combates «épicos» que Ryan Condal, uno de los directores, ha prometido que «gustarán muchísimo» a los fans.
Dos semanas antes de la premier europea tuvo lugar en San Diego la Comic-Con, la Convención Internacional de Cómics. Allí estuvieron Ryan Condal y George R.R. Martin. «¿Qué podemos esperar de la serie?», les preguntaron. Y no titubearon: «Fuego, sangre y dragones».
El escritor también se refirió a los protagonistas del libro, y ahora de la serie, como «sus hijos dados en adopción» y, siendo uno de los poquísimos privilegiados que ya han visto la serie, admitió que el resultado le ha parecido «muy increíble». Spoiler de George R.R. Martin: «Estoy muy feliz». La regla general dice que si Martin está feliz, los espectadores también lo estarán.
¿CUÁLES HAN SIDO LAS PRIMERAS POLÉMICAS?
Viejas y nuevas críticas se unirán a lo largo de los diez episodios de la serie. En las primeras polémicas a La Casa del Dragón, algunas cuestiones se han dejado entrever de forma tímida y otras de forma impetuosa. Los creadores del show acarrean ahora nuevas responsabilidades.
El tema de la misoginia. Un viejo conocido para los más críticos con Juego de Tronos. Aquí, tanto la productora ejecutiva Sara Hess como el director de la serie -el citado Ryan Condal junto a Miguel Sapochnik- declaran que lo que veremos (asaltos sexuales, vejaciones y otras formas de violencia contra la mujer) será un retrato fidedigno de lo que Martin cuenta en su libro.
Por su parte, Hess promete que La Casa del Dragón no presentará violencia sexual explícita y, en cambio, se centrará en «la violencia contra las mujeres que es inherente a un sistema patriarcal». Matt Smith ya ha dejado caer que «hay demasiadas escenas de sexo».
Antes de los dragones, reyes y herederos de pelo color platino, George R.R. Martin se basó en un periodo temprano de la historia inglesa llamado La Anarquía, donde Henry I debía nombrar un sucesor. En este caso nombró a su única hija, Matilda, quien fue apartada del trono por la corte tras morir su padre (en la serie, una de las frases más mencionadas será aquella que dice: «Ninguna reina se ha sentado nunca en el Trono de Hierro»).
El argumento de R.R. Martin para la misoginia imperante en la serie es que no cree que Westeros sea particularmente «más anti-mujer o misógino que la vida real y en lo que denominamos historia». Hess afirma que ha sido eso mismo en lo que se ha centrado para la producción de la serie.
Sin embargo, no aplica la misma teoría para el personaje de Steve Toussaint quien, siendo el único actor negro en la secuela, ya recibió comentarios racistas y de odio en las redes sociales cuando se dio a conocer que tendría uno de los papeles más importantes en la historia de Poniente.
Ante esto, Ryan Coldan responde: «Desde un primer momento decidimos contar una verdad honesta sobre la dinastía Targaryen… La idea fue que el libro acompañara a la construcción de la serie».
También han introducido algunos elementos para conectar con un público nuevo. Esta nueva entrega quiere ser más inclusiva que su predecesora. De ahí el fichaje de Steve Toussaint interpretando a Lord Corlys Velaryon, también conocido como The Sea Snake, uno de los hombres más ricos del universo de ficción.
Condal sostiene que tanto para él como para HBO Max fue importante darse cuenta de que el show estaba siendo creado en un mundo cultural diferente de lo que fue hace diez años; después del último capítulo de Juego de Tronos: «Las reglas han cambiado». Las explosión de las plataformas de streaming, el desarrollo de las redes sociales, los cambios en la sociedad y una nueva generación como parte del público han llevado a tomar estas nuevas decisiones.
¿DÓNDE ESTÁ EL FINAL?
Le preguntamos a Ryan Condal cuántas temporadas tendrá la serie y la respuesta fue rotunda. «Tantas como sean necesarias». Lo que está claro es que la guerra está en marcha en uno de los Siete Reinos y que las expectativas, parece, se cumplirán… A lo largo del día y después de una mañana intensa de entrevistas, nos trasladamos al Beurs van Berlage, el antiguo edificio de la Bolsa de Ámsterdam y ahora lugar de descanso de… dos dragones.
Tras la alfombra roja por donde pasarán las celebrities, previa al estreno del primer capítulo de la serie, hay un pasillo oscuro por el que no se ve absolutamente nada. La respiración de un dragón acelera el pulso de la misma manera que lo hacen sus rugidos. Agarrados a una cuerda pasamos frente a él. La inquietud es inevitable. ¿Es Syrax? ¿Caraxes? ¿Shrykos?… Después de la oscuridad aparece el Trono de Hierro iluminado: el mayor objeto de deseo.
«HAY POLÉMICA CUANDO UN NEGRO DA VIDA A UN RICO NO A UN PIRATA»
«Nada es más grande que esto», dice Steve Toussaint a modo de presentación. Su personaje es Lord Corlys Velaryon, el hombre más rico que se conoce en ‘La Casa del Dragón’. Está casado con la Princesa Rhaenys, que es prima del rey y llamada ‘La Reina que Nunca Fue’. Sin duda, un personaje clave. Y, sin embargo, de lo que más se ha hablado es de otra cosa: del color de su piel. «Cuando era pequeño y veíamos películas o series de ciencia-ficción», comenta, «no había personajes negros que nos representaran. Mis amigos y yo hacíamos bromas al respecto: ‘Eso es el futuro, ¿acaso somos ‘aliens’?, ¿qué tendrán planeado para nosotros?, [ríe].
Sin embargo llegó un momento en el que te preguntas, ‘¿Por qué no me veo en la pantalla? ¿Por qué no soy parte de eso?’. Una de las primeras veces que me entrevistaron, alguien dijo: ‘Sienta bien que estés sobre esa gran mesa. Es importante porque tengo hijos que te verán’. Cuando anunciaron que interpretaría a mi personaje, una de las primeras cosas que vi en las redes sociales fue un dibujo del personaje de los libros junto a una foto mía. Y luego vinieron los insultos. Cuando éramos criminales, piratas y esclavos en la otra serie les parecía bien. Pero cuando el tipo negro y rico aparece, no es así. Quien no esté de acuerdo con esto que no vea la serie».
Fuente: elmundo.es