En el thriller de venganza y acción EL CUERVO, Bill Skarsgård asume el icónico papel titular en una reinterpretación moderna de la novela gráfica original de James O’Barr.
Las almas gemelas Eric (Skarsgård) y Shelly (FKA Twigs) son brutalmente asesinados cuando los demonios del oscuro pasado de ella los alcanzan. Dada la oportunidad de salvar a su verdadero amor sacrificándose a sí mismo, Eric se embarca en una venganza despiadada contra sus asesinos, atravesando los mundos de los vivos y los muertos para lograrlo.
Siguiendo la visión única del director Rupert Sanders, la película navega por las complejidades del amor, la pérdida y el duelo dentro del marco de una historia sin restricciones de acción y venganza. La apariencia de EL CUERVO está inspirada en las imágenes inquietantes de la novela gráfica, e incluye la elección de Skarsgård como un Eric totalmente reinventado, con una estética gótica y endurecida. Los personajes son modernos, dinámicos, tienen variados intereses artísticos y habitan una sociedad contemporánea con diseños reminicentes del pasado.
Para el director Rupert Sanders, la historia de amor entre los personajes principales, Eric y Shelly, es el corazón palpitante de la película.
“Quería que el público se identificara con su historia de amor y que entendieran las acciones de Eric cuando ese amor le es arrebatado,” dice. “Así que, EL CUERVO es dos películas en una: una historia de venganza y un romance.”
De hecho, la tragedia, la pérdida, el duelo del romance de Eric y Shelly impulsan la película. Como señala la productora Molly Hassell, “Durante el desarrollo de la película, una de las consideraciones más importantes fue pensar en lo que nosotros daríamos por tener ese último momento con la persona que amamos profundamente y perdimos trágicamente. Llevar a la pantalla el sentimiento complejo de una pérdida inesperada y honrar el complicado desenlace que surge tras esa pérdida”.
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“Una vez que Rupert comenzó a trabajar con nosotros, decidimos hacer algo más intenso que proyectara esos sentimientos con los que todos pueden relacionarse, dentro de un gran thriller de acción,” continúa Hassell. “EL CUERVO toca un nuevo clima cultural, una nueva forma de ver el mundo, el duelo y, en última instancia, la redención.”
El productor Victor Hadida interviene, “A diferencia de cualquier otra idea que habíamos visto, Rupert le dio autenticidad al material original y una visión totalmente reinventada para una nueva generación. Su versión de este oscuro antihéroe en el que aún hay un asomo de humanidad en sus momentos más oscuros, un sentimiento de ira y frustración reflejadas a lo largo de la película.”
William Schneider, quien co-escribió el guion con Zach Baylin, dice que “se enamoró de la perspectiva completamente nueva de Rupert sobre este mundo. La forma en que tomó una historia de venganza y a partir de ella construyó una historia de amor inolvidable fue novedosa, imaginativa y desafiante. Me encantó adentrarme en esos elementos.”
El co-escritor Zach Baylin dice, “Me atrajo trabajar en EL CUERVO por varias razones: soy un gran admirador del trabajo de Rupert y sabía que haría algo impactante, visionario y conmovedor; también tenía una afinidad por la desolación, la perspectiva de un personaje rechazado por la sociedad de la novela gráfica original y quería honrar esa trágica historia de amor.”
Bill Skarsgård añade que EL CUERVO es una película muy actual para el público de hoy. “Eso es lo que realmente me entusiasmó,” explica. “Eric y Shelly en esta película son completamente contemporáneos; son dos personas marginadas con las que cualquiera puede identificarse.”
Sanders describe a la pareja como “dos almas rotas y perdidas que se encuentran en un centro de rehabilitación. Vienen de mundos diferentes, hay una sensación de chica de origen de clase alta y un chico de clase baja en ellos. Eric está sumergido en sí mismo, hay algo bellamente dañado en él. Sin embargo, es un romántico y puede expresarse emocionalmente de una manera que no solemos ver en héroes o antihéroes.”
El cuerpo de Eric está cubierto de tatuajes que ahuyentan a los demás. “Son una especie de caparazón,” dice Skarsgård. “Eric es un hombre atormentado y vulnerable; creció en un hogar destructivo, ha estado viviendo en las calles, usa drogas y otros vicios para sobrevivir. Lo único que le da propósito a su vida es su trabajo creativo en la música y el dibujo.”
“Entonces Eric conoce a Shelly, lo cual lo transforma,” continúa el actor. “Imagino que eso puede suceder con los adictos o con las personas al borde de la desesperación: conocen a alguien y proyectan una especie de escape en esa persona. Creo que Eric siente que Shelly es un ángel enviado para rescatarlo. Shelly se convierte en la salvadora de Eric, así como en su amante. Ella reaviva el propósito en la vida de Eric. Cuando ella es desprendida de él, Eric demuestra hasta dónde está dispuesto a llegar para recuperarla.”
Sanders dice que la llegada de Shelly a la vida de Eric es completamente inesperada, pero “hay algo mágico en su atracción mutua. Ella le enseña cómo volver a sentir y amar. Cuando eso le es arrebatado a Eric, es increíblemente doloroso.”
Hay un elemento sobrenatural que podría traer de vuelta a Shelly, pero a un costo supremo para Eric. Primero, debe convertirse en una fuerza imparable en busca de venganza.
La odisea de retribución de Eric está marcada por violencia implacable y muerte, pero también apunta a otro de los temas clave de la película: el sacrificio. Dice Sanders: “La gran pérdida de Eric lo lleva a un viaje de nihilismo y destrucción, pero todo es para traer de vuelta a Shelly. Él se convertirá en un monstruo y sacrificará su vida eterna por su vida mortal.”
FKA Twigs, cantante, compositora y actriz británica, asume el papel de Shelly quien también está dañada. Había sido acogida por un hombre adinerado a quien ella veía como un benefactor, pero que finalmente la obligó a cometer un acto indescriptible. Para escapar de su persecución, Shelly huye al centro de rehabilitación donde finalmente conoce a Eric: su vínculo es inmediato y poderoso.
“Eric le ofrece a Shelly consuelo, seguridad y un amor incondicional que ella no había experimentado antes,” señala Twigs. “Shelly, a su vez, le ofrece a Eric una sensación de expresión, arte y conocimiento. Siempre está hablando de música y poesía y ha vivido en lugares hermosos. Shelly le proporciona a Eric una especie de hogar para explorar, expresarse y ser la versión más auténtica de sí mismo. Son piezas de un rompecabezas que encajan perfectamente. Así que, cuando ella es arrebatada de su mundo, Eric no tiene más remedio que ir a buscarla, sin importar el costo.”
Al elegir al actor para el papel de Eric, Sanders y Hassell buscaban a alguien que pudiera transmitir autenticidad, así como una mezcla crítica de fragilidad interna, violencia y rabia que dan propósito a Eric en su viaje para salvar a Shelly. Encontraron todos esos rasgos en Bill Skarsgård.
“Bill, después de trabajar en el género de terror —como Pennywise el Payaso en las adaptaciones cinematográficas de la novela de Stephen King, IT—, estaba listo para salir de esos velos de maquillaje y convertirse en sí mismo,” explica Sanders. “Es un actor increíblemente emocional, con unos ojos grandes que transmiten sentimientos de anhelo, dolor, asombro infantil y amor. Pero cuando se endurecen, esos ojos se vuelven aterradores.”
La dinámica entre Eric y Shelly —y entre Skarsgård y Twigs— tenía que ser mágica. “Sin duda había química entre Bill y Twigs que era un placer capturar en la película,” nos dice Sanders. “Sin esa química, nos preguntaríamos por qué Eric iría en este camino de guerra para traer de vuelta a Shelly. Eric tenía que preocuparse profundamente por Shelly, y ella tenía que causar una impresión tan fuerte en él —y en la audiencia— lo cual logra.”
“EL CUERVO siempre ha tenido un ADN profundamente romántico de horror, música y mito urbano violento, Bill y Twigs son los colaboradores perfectos para darle vida,” dice Baylin.
Más allá de la química necesaria, Sanders buscaba a una actriz que pudiera encarnar las cualidades mágicas y únicas de Shelly, “para que el público sintiera el vacío de su desaparición,” continúa. “Había algo en Twigs que transmitía una sensación única de una generación. Ella realmente convierte a Shelly en una figura formidable e icónica.”