Ella nunca planeó llegar a donde está. En algún punto de su vida, su pasión por los animales se mezcló con un talento innato para la pintura y desde entonces no ha dejado de mezclar la belleza natural con la artística. Como buena Poblana Chingona, su personalidad es avasallante cuando de hablar sobre su trabajo se trata. Chequen lo que nos dijo esta amante de la vida y los colores.
¿Qué es Puebla para ti?
Puebla es mi ciudad, aquí trabajo, aquí pinto y aquí se me abrieron las puertas del arte. He podido exponer en lugares muy bellos y por eso estoy muy agradecida con esta ciudad.
¿Cómo comenzaste tu carrera?
Nunca pensé dedicarme al arte, yo quería hacer algo relacionado con el cuidado de los animales, porque es mi pasión. Un día decidí hacer un cuadro, me encantó y vi que podía hacer algo con esa habilidad.
¿Hubo alguien que no creyera en ti?
No. Mi madre siempre me apoyó muchísimo, de parte de mi familia siempre tuve ese apoyo y nunca tuve obstáculos de ninguno de ellos. Mis hermanas también se dedican al arte, una es arquitecta y la otra es cantante. Mis amistades también siempre han estado en sintonía conmigo, por eso siempre me he sentido alentada.
¿Qué te alegra mientras pintas?
Lo que más me gusta transmitir es ese amor a los animales, quiero que mis cuadros transmitan eso. Le dedico mucho tiempo a los ojos de los animales que pinto porque son los que dicen “yo siento, no me mates”. Este es un mundo que maltrata mucho a los animales y me gustaría que esa visión cambiara.
¿Qué es lo que más has disfrutado de tu trayectoria?
Disfruto mucho viajar. Exponer en otros lados para mí ha sido muy satisfactorio. Ver que la gente entienda el mensaje es muy bello y no tengo forma de agradecerlo más que seguir pintando.
Alguna anécdota que quieras compartir
En una ocasión llegó a la exposición en que estaba una señora con un abrigo de pieles y me dijo: “tienes razón, es terrible usar estas prendas, nunca lo voy a volver a hacer”. Ese tipo de cosas me hacen ver que sí he logrado transmitir el mensaje que pretendo.
¿Qué le dirías a alguien que quiera seguir tu carrera?
Que lo hagan, así de simple. Siempre impulso a las personas a hacer arte. Si haces algo con la intención de llegar a algún lado, las puertas se te van a abrir, por eso que no se preocupen. Pero tienen que ser constantes y honestos con lo que quieran hacer, de ahí los resultados vienen solos.
¿Qué le dirías a la Daniela de hace 20 años?
Le diría que empezara a estudiar arte desde chiquita, porque hay que aprovechar el tiempo. En mi caso no es que no tuviera el apoyo, sino que descubrí mi talento un poco más tarde. Pero si desde pequeños nos podemos acercar al arte, siempre será mejor.
¿Qué te gustaría que Wikipedia dijera de ti?
Me encantaría hacer un cambio con respecto al cuidado de la naturaleza y en especial de los animales. No sé, a veces la gente puede pensar “pues los elefantes están muy lejos y tal vez no puedo hacer mucho por ellos”, pero ese es precisamente el mensaje que quiero dejar con lo que hago, que no porque estén lejos no nos corresponde hacer algo.
¿Por qué te gusta tanto pintar con óleo?
Lo que más me encanta del óleo es cómo se combinan los colores, me fascina jugar con los colores, hacer combinaciones. Con el acrílico también lo puedes hacer, pero siento que el óleo tiene más vida.
¿En qué momento del día te inspiras más y qué música pones?
Me encanta pintar en las mañanas por la luz. Y me encanta escuchar instrumental cuando un animal me hace sentir muchas emociones: un tigre, un león, aunque la música puede variar según lo que pretenda transmitir con la obra.
¿Tienes algún animal favorito?
Sí, el león. Desde que tengo memoria me fascina, se me hace precioso, impone muchísimo.
¿Dónde te gustaría ver exhibidas tus pinturas?
Mi próxima meta es Estados Unidos, me encantaría tener una exposición completa en Nueva York y, más adelante, África, ese es mi sueño dorado.