Antes de que llegaran Carla Morrison, Mon Laferte, Denise Gutiérrez y toda esa camada de féminas cantando sobre vagos sentimentalismos, con voces poderosas pero mal aprovechadas, el mundo nos regaló a una verdadera campeona de la canción, una cantante subversiva que llevó su disidencia hasta la tumba, Amy Winehouse.
¿Oscura?, oscurísima, Amy Winehouse no llegó ni a los 28 años de edad, así de difícil fue su vida. La cantante falleció un día como hoy pero del 2011 tras colapsar a causa del síndrome de abstinencia.
Completamente desalineada, con evidentes trastornos alimenticios, diferentes adicciones, depresión, baja autoestima, tatuajes hasta el tuétano, y un semblante descompuesto componían la personalidad de una Amy Winehouse que en sus últimos espectáculos se subió al escenario estando completamente drogada, al mismísimo estilo de Nina Simone.
Con tan solo dos álbumes de estudio, la virtuosa, puso de cabeza al mundo de la música.
Dueña de una voz inigualable, el registro vocal de la londinense era poderoso, así como versátil. Winehouse podía navegar en las aguas del jazz, el soul, blues, el R&B, e incluso el ska, para muestra de ello a continuación el tema Just Friends.
Amy por Kapadia
Para adentrarse más en la vida del ícono del jazz moderno recomendamos el documental “Amy” (2015) del siempre chingón Asif Kapadia.
https://youtu.be/FQfAqVbXJtY
Publicado originalmente en Intolerancia Diario