Ya sea para lucirte en la oficina, para un largo viaje en carretera, para soportar el tráfico o echarte unos kilómetros corriendo, aquí te traemos unos temazos de las bandas indie más rebeldes e inconformes.
Las bandas Indie son aquellas que nacieron de forma autónoma y sin la intervención de grandes discográficas. La vocación puramente artística de los indies les impide a la mayoría ser reconocidos por un amplio público, sin embargo estos disfrutan de crear y compartir su creación.
Aunque hay artistas o bandas indies que han logrado salir a flote por sus propios medios, la realidad es que existe una cantidad inimaginable de músicos sin descubrir o sin el reconocimiento que merecen, porque si hay algo que identifica a los indies es que tienen gran calidad musical.
Influenciados en su génesis por Bob Dylan o incluso el Pet Sounds de The beach boys, hoy en día, gracias a Internet, los grupos indies son más populares que nunca, pese a que estos grupos ya tengan el apoyo de grandes discográficas.
¿Pero cuáles son los discos con los que deberías quedarte?
If You’re Feeling Sinister – Belle and Sebastian (1996)
El segundo álbum de Belle and Sebastian, grabado poco después del primero, es, sin duda, la obra maestra del grupo escocés y una de las cimas más brillantes del indie rock. Las melodías y la instrumentación hacen que este álbum suene igual de bien entonces que ahora, aunque la banda reconozca que las canciones no están demasiado bien grabadas.
Mismo sitio, distinto lugar – Vetusta Morla (2017)
Estas diez canciones que bucean en su esencia para emerger con un sonido inesperado estuvieron casi dos años sin abandonar el reproductor de CD de nuestro coche. La película Airbag, El Mundo Today, el discurso de nochebuena del Rey… todo eso y más planea sobre el álbum más redondo de Vetusta Morla que aún no nos hemos cansado de escuchar, aunque ya esté guardado en la guantera.
The Velvet Underground – The Velvet Underground (1968)
Después de que Lou Reed mandara a tomar viento a la farola de Málaga a John Cale, del álbum del plátano y Nico y de su segundo trabajo, White Light/White Heat, el tercer álbum de la banda fue el que les dio el equilibrio que buscaban. Con una exigua pero magnífica colección de canciones encabezadas por Pale blue eyes, no tuvo éxito en las listas en su día, pero hoy está considerado como uno de los mejores discos de los 60.
Sonic Youth – Daydream Nation (1988)
El épico álbum doble que ayudó a dar forma a una generación de rockeros indie guitarreros es un disco que marcó un hito en la década y en el género. La primera canción, Teen age riot, suena como una profecía del rock ‘n’ roll que se avecina y sienta las bases para los futuros hipsters.
Radiohead – The Bends (1995)
The Bends marcó la primera etapa de las peripecias creativas de Radiohead: su mezcla de noise pop, indie rock y baladas se afina aquí hasta convertirse en algo más cohesionado y a la vez muy elaborado, y las letras de Thom Yorke son ahora más crípticas y con mayor conciencia social. Y todo porque una noche vieron a Jeff Buckley y decidieron cambiar su estilo.
Pulp – His’n’Hers (1994)
His’n’Hers fue el álbum que realmente supuso la llegada de la banda que ahora todos conocemos como Pulp. Un auténtico clásico. Es una locura pensar que la banda inglesa llevaba más de dos décadas de existencia cuando se publicó y representa su llegada a la edad adulta. Babies, Razzmatazz o David’s Last Summer son sin duda algunos de los mejores temas de Pulp.
Funeral – Arcade Fire (2004)
El primer disco de Arcade Fire, lleno de energía, casi puso el listón demasiado alto para ellos y para sus compañeros de promoción. Muchos de los temas que asociamos con el género, como Wake Up y Neighborhood #2 (Laika), están en este delicioso álbum de 2004. Demuestra la asombrosa capacidad de la banda para crear música maravillosa pese a que las muertes de numerosos familiares sobrevolaran la grabación del álbum.
Ryan Adams – Gold (2001)
Recién salido de su alabado debut con Heartbreaker, Adams tenía la presión de ofrecer una continuación que pudiera aprovechar esa adoración y abrirse paso entre el mainstream. No vendió tantas copias como la discográfica hubiera querido, pero Gold volvió a cosechar grandes críticas y su New York, New York se convirtió en una especie de himno para la Gran Manzana tras los atentados del 11-S.
Everything All the Time – Band of Horses (2006)
El primer álbum de Band of Horses es una maravilla, inyectando su indie rock mezclado con country en magníficos singles como Funeral. Un álbum en suma que te hace sentir bien de principio a fin.
Interpol – Turn on the Bright Lights (2002)
El pospunk revival es un subgénero de indie rock desarrollado a finales de los 90 e inspirado por la estética y sonido original del garage rock de los 60. Aquí sobresalen los neoyorquinos Interpol y este Turn on the Bright Lights es sin duda su mejor trabajo. En una fabulosa crítica un periodista dijo de este álbum: «me gusta porque me recuerda a colocarme con mescalina de mala calidad en el bosque mientras escuchaba singles de The Cure, bueno, eso es todo. A ti te pueden gustar por razones completamente diferentes».
The Cure – Disintegration (1991)
Perfecto (dicen) para escuchar mientras tomas mescalina y tan oscuro que los jefes de la discográfica de The Cure se marcharon cuando lo escucharon por primera vez. El tema Pictures of you por ejemplo, es una todo un páramo de desolación indie a la escala más colosal imaginable.
Bon Iver – Bon Iver (2011)
Aunque la banda liderada por Justin Vernon opera normalmente en el territorio del indie folk, este álbum publicado en el sello independiente Jagjaguwar es más indie rock que otra cosa. Cada uno de sus temas representa un lugar y es perfecto para un largo y reflexivo viaje por carretera.
The Smiths – The Smiths (1984)
Mientras en Estados Unidos R.E.M. inspiraban a miles de universitarios a rechazar la música mainstream, The Smiths se convertían en la principal banda indie del Reino Unido. Su álbum de debut no se parecía a nada que los jóvenes ingleses hubieran escuchado antes cuando se publicó a principios de 1984. Las canciones de Morrissey sobre la confusión sexual en particular y la angustia en general eran auténticas revelaciones, especialmente cuando se combinaban con la brillante guitarra de Johnny Marr.
Pixies – Doolittle (1989)
Más limpio, más elegante y más accesible que Surfer Rosa, este álbum sigue conservando elementos del humor perverso de los Pixies, pero con mucho más eclecticismo y ambición. El hecho de que Debaser y Here comes your man se hayan convertido en clásicos del indie bailable y cervecero le hace quizá un flaco favor a la enormidad de las letras de Black Francis.
The White Stripes – White Blood Cells
White Blood Cells nos regala una gran cantidad del mejor material de los primeros años de la carrera de The White Stripes. Desde un arrollador comienzo con Dead leaves on the dirty ground, el disco no hace prisioneros en temas que alternan el indie más encantador con canciones que huelen a gasolina como I’m finding it harder to be a gentleman.
Arctic Monkeys – Whatever people say I am that’s what I’m not (2006)
El primer disco de los Arctic Monkeys es sin duda uno de los candidatos al título de «mejor LP de debut de todos los tiempos» junto a joyas como el Appetite for destruction y sigue siendo, a día de hoy, uno de los últimos grandes discos de rock and roll. Temazos como I bet you look good on the dancefloor son la mejor prueba de ello.
R.E.M. – Murmur (1983)
Hablando de fabulosos discos de debut apunta este también cortesía de Michael Stipe y sus R.E.M. Este álbum les convirtió en cabeza de cartel de la nueva ola alternativa con un pie en el folk-rock, el post-punk y el rock de garaje. Totalmente atemporal, Murmur es un trabajo casi impecable lleno de sorpresas. No en vano la revista Rolling Stone lo nombró el mejor álbum de 1983, el mismo año en que se publicaron Thriller de Michael Jackson, War de U2 y Synchronicity de The Police.
Yankee Hotel Foxtrot – Wilco (2002)
Jeff Tweedy y el indie van de la mano como el pan de molde y la Nocilla. El líder de Wilco confesccionó una obra maestra con este disco, que se realizó en 2001 pero fue rechazado por el sello original de la banda. Entonces, Wilco y Warner Brothers se separaron y el álbum despegó por fin, no sin antes haberlo colgado para su descarga gratuita. No hay nada más indie que eso.
Is This It – The Strokes (2001)
El álbum que sirvió para inaugurar una nueva era en el rock independiente, tanto por su sonido como por su filosofía y su estética. Y si el sello de calidad de un disco realmente importante es que sea realmente difícil elegir una canción favorita porque todas son brutales, Is this it lo tiene por triplicado. Un trabajo rockero, crudo y, sin embargo, totalmente pegadizo y pop que hace que te preguntes cómo una banda pudo lanzar algo tan redondo en su primer asalto. 100% imprescindible.
Con información de Esquire