ste miércoles 13 de septiembre, México celebra el aniversario 176 de la defensa histórica del Castillo de Chapultepec por parte de seis jóvenes cadetes del Colegio Militar—conocidos como los Niños Héroes—durante la invasión estadounidense de 1847.
La histórica gesta de estos cadetes se dio en el marco de la Guerra de Estados Unidos y México (1846-1848), en la que el gobierno estadounidense reclamaba la anexión a su país de más de la mitad del territorio mexicano.
Ante las negativas de México de vender estos estados, el presidente estadounidense James K. Polk ordenó a las tropas hasta la frontera y ahí tuvo un primer enfrentamiento con el ejército mexicano. Tras esta batalla, Polk declaró la guerra a México el 13 de mayo de 1846.
Después de algunas victorias en el norte de México, el ejército estadounidense desembarcó en Veracruz en marzo de 1847. Las tropas extranjeras vencieron a los militares mexicanos en Veracruz y Puebla y se dirigieron a la Ciudad de México para tomar la capital del país.
A finales de agosto derrotaron a las tropas mexicanas que trataban de impedir el paso al Valle de México. Finalmente, el 12 de septiembre los estadounidenses comenzaron su ofensiva sobre el Castillo de Chapultepec, la última fortaleza en pie de México.
El General Nicolás Bravo contaba con alrededor de 800 soldados para enfrentar a los estadounidenses, que tenían más de 7.000 elementos. Bravo dio la orden para que los cadetes que se encontraban en Chapultepec huyeran del lugar, pero la mayoría de ellos desistieron y se unieron a la defensa del castillo.
El 13 de septiembre, los estadounidenses comenzaron su ascenso al cerro y enfrentaron cuerpo a cuerpo a los últimos militares mexicanos. Ahí se encontraron con seis cadetes, cuya edad oscilaba entre los 14 y 20 años, que lucharon a pesar de ser superados en número y en armamento.
El primer cadete en perder la vida fue Vicente Suárez. Posteriormente murió Fernando Montes de Oca al tratar de huir del lugar. Juan de la Barrera logró escapar y se escondió momentáneamente, solo para ser descubierto y ejecutado por las tropas estadounidenses.
A estas muertes le siguieron la de Agustín Melgar que logró escapar del combate, pero murió un día más tarde a consecuencia de sus heridas. Francisco Márquez también murió en el Castillo de Chapultepec.
El sexto integrante de los Niños Héroes, Juan Escutia, habría decidido envolverse en la bandera de México y saltó al vacío para evitar que el lábaro patrio fuera capturado por los estadounidenses. Sin embargo, esta historia ha sido calificada como un mito, toda vez que no existe evidencia que Escutia haya realizado ese acto.
Debido a la defensa histórica por parte de estos seis cadetes, el presidente Benito Juárez decidió rendir homenaje a los Niños Héroes por primera ocasión en 1871. Posteriormente, durante la presidencia de Porfirio Díaz, esta celebración obtuvo el carácter de oficial.
Anualmente, el presidente de México en turno acude al Altar de la Patria, en la Ciudad de México, para entregar una ofrenda floral, montar una guardia de honor y hacer un pase de lista en el que se recuerdan los nombres de los seis cadetes que participaron en la defensa del Castillo de Chapultepec.
(Con información de Independiente Español)