Cambiar hábitos alimenticios y mantener un estilo de vida saludable, podrían ser factores determinantes para prevenir el Cáncer Colorrectal.
El Cáncer Colorrectal, es el tumor con más incidencia después del cáncer de mama y cervicouterino en mujeres y en hombres, se encuentra sólo después del Cáncer de próstata y pulmón. En México, 3 de cada 10 muertes, son consecuencia de cáncer en órganos digestivos en personas que tienen entre 30 y 59 años. Según estadísticas del INEGI, en la última década, 4 de cada 10 defunciones por cáncer en mujeres, se deben a esta enfermedad.
“Si bien el riesgo de padecer Cáncer Colorrectal tiene un porcentaje aproximado del 15-20% de factor genético, el 80-85% restante, podría estar vinculado directamente con la alimentación y adicción a sustancias como el alcohol o el tabaco. Este tipo de cáncer es una enfermedad recurrente a escala mundial, pero en México mantiene una incidencia mayor debido al estilo de vida sedentario y a los malos hábitos alimenticios”, mencionó el Dr. Germán Calderillo Ruiz, Médico Oncólogo, Subdirector de Medicina Interna y Coordinador de la Unidad Funcional de Gastro-oncología del Instituto Nacional de Cancerología, en el marco del Día Mundial del Cáncer Colorrectal.
Los síntomas más comunes de este tipo de cáncer pueden confundirse fácilmente con trastornos del aparato digestivo como gastritis o síndrome de colon irritable, que aquejan a la mayoría de la población, derivadas, en su mayoría, por la práctica de malos hábitos o factores emocionales como el estrés.
En México el 80% de los casos se presenta en personas mayores a 50 años, los síntomas generalmente son inespecíficos, no graves y se manifiestan cuando la enfermedad ya se encuentra en una etapa avanzada. Dolor, distención abdominal, estreñimiento, diarrea, evacuaciones anormales, sangrado, cansancio extremo y pérdida de peso, son signos de alerta que requieren atención médica inmediata”, afirmó el Dr. Germán Calderillo Ruiz.
El diagnóstico oportuno del cáncer colorrectal prolongará en gran medida el tiempo de vida de los pacientes. Los estudios que han demostrado brindar mayor efectividad para detectar esta enfermedad son: colonoscopía, biopsia y tomografías y en casos seleccionados PETCT (tomografía con emisión de positrones).
Aproximadamente entre el 50 y 60% de los pacientes tendrán enfermedad metastásica (ya sea al momento del diagnóstico inicial o una recurrencia posterior), para lo cual el tratamiento principal es sistémico. Para ello se utiliza la quimioterapia (tratamiento convencional que actúa de manera general) más la terapia blanco (terapia innovadora) con anticuerpo monoclonal. Uno de ellos es el Cetuximab, anticuerpo monoclonal dirigido al Oncogen RAS (biomarcador determinado en tejido tumoral o incluso en sangre) en al menos el 50% de los pacientes, permitiendo incrementar la efectividad del tratamiento y por ende la calidad de vida de los enfermos.
Con la finalidad de reducir el riesgo de desarrollar esta enfermedad, el especialista recomendó a la población mantener un peso adecuado, realizar rutinas diarias de ejercicio; consumir alimentos con alto contenido en fibras, frutas y verduras, reducir la cantidad de carnes rojas o carnes procesadas, como embutidos y salchichas; y evitar el consumo de alcohol y tabaco.