La dieta MIND tiene muy clara su prioridad. A diferencia de otras dietas en las que lo más importante es el control del peso y en algunos casos incluso su reducción radical, con la dieta MIND la prioridad es el cuidado del cerebro. Después de todo, la alimentación puede hacer diferencias enormes en el funcionamiento del cuerpo, y esa es la base de esta propuesta.
Aunque la dieta MIND todavía está enfrentando sus primeros estudios, ya existe bastante evidencia que la coloca como una excelente opción al momento de proteger a un órgano tan vital como es el cerebro, cuyo funcionamiento se caracteriza por ser sumamente complejo y delicado, en donde cada parte tiene un papel clave y a la mínima falla, los efectos pueden ser notorios de inmediato.
Por ejemplo, la capacidad motriz que tenemos las personas, nuestra memoria y aprendizaje, simplemente el mantenernos respirando y con el cuerpo en funcionamiento, todo esto depende de señales que el cerebro manda al resto del cuerpo y que regulan que podamos mantenernos con vida. Así que tiene mucho sentido que varias personas comiencen a preocuparse por cómo mantener este órgano tan importante en el mejor estado posible.
Con esta meta, la dieta MIND busca principalmente evitar la demencia que puede aquejar a las personas en el futuro, la cual se ha demostrado que puede ser evitada a partir de una alimentación saludable y diversa, de igual forma que una alimentación saludable puede mejorar la memoria, la concentración y otras habilidades psicológicas.
De hecho, expertos calculan que alrededor del 40% de los casos de demencia podrían evitarse si o retrasarse si se modifican ciertos factores como la alimentación, el estilo de vida, el ejercicio, el sueño y algunos padecimientos de salud que deben atenderse a tiempo, como pérdida auditiva o presión alta.
De acuerdo con Puja Agarwal, investigadora de salud nutricional del Centro Médico de la Universidad Rush de Chicago, cada vez surgen más pruebas que sugieren que la dieta tiene implicaciones importantes en la prevención de la demencia. Por lo mismo, los estudios de esta investigadora se han centrado en identificar cómo es que la dieta MIND, que significa Intervención Mediterránea-DASH para el Retraso Neurodegenerativo (MIND por sus siglas en inglés) puede influir en reducir el riesgo de padecer demencia al darle prioridad a alimentos que protegen el cerebro.
Alimentos clave en la dieta MIND
Los alimentos clave para la dieta MIND son muy similares a los de otros regímenes alimenticios como la dieta DASH o la mediterránea, en el sentido de que hace hincapié en cereales integrales, verduras, frutos secos y más. También, para la dieta MIND es importante el consumo de legumbres, grasas saludables, proteína magra como aves de corral y pescado y se limita el consumo de carnes rojas y procesadas, de quesos, dulces, alimentos fritos, mantequilla y algo muy curioso es que en esta dieta, se recomiendan al menos seis raciones de verduras de hoja verde y dos de frutos rojos a la semana, que es un poco más que el promedio solicitado en las dietas comunes, pero que por sus propiedades antioxidantes, se recomiendan para el cuidado del cerebro.
Resultados de la dieta MIND
Aunque todavía no se hacen suficientes estudios al respecto, ya podemos identificar por algunos primeros experimentos que quienes realizan la dieta MIND tienden a sufrir un deterioro cognitivo más lento, presentan un menor riesgo de demencia y menos signos de Alzheimer en el cerebro tras su fallecimiento que quienes no lo hacen. Aunque son resultados prometedores, todavía hace falta indagar más en las posibilidades de este régimen alimenticio que confirma lo que muchos sospechaban: la alimentación es una diferencia fundamental en la salud de la mente.
(Con información de GQ México)