No hay mejor manera de iniciar esta reseña que diciendo que los loquillos de Die Antwoord viven en el 2052 mientras la gente de Maná lo hace en 1983.
El Festival Catrina se realizó en su tercera edición el pasado ocho de diciembre en la Pirámide de Cholula. Envuelto en una cantidad de polémica alta, el festival masivo se desarrolló sin ningún contratiempo dejado totalmente satisfechos a sus asistentes, no así a los que quieren ver morir al evento.
Los quejosos, entre ellos Julio Glockner, director de Arte y Cultura en San Andrés Cholula, aseguran que el festival daña el patrimonio de nación.
«Que lo disfruten (el Festival Catrina), porque será la última vez «. Julio Glockner.
Dejemos la polémica atrás y pasemos a lo verdaderamente importante, el ROCK. Iniciando actividades en punto de las 12:40, el Festival Catrina lució abarrotado desde el primer minuto.
El primer show que representó interés verdadero fue el del rapero Sabino quien se presentó en el escenario Catrina con una cantidad importante de gente que entre pena, calor y sudor coreaban temas como “Ya me bajo”, “Me puse pedo”, y “Playa”.
Justo al terminar Sabino, al otro extremo del evento iniciaba su participación otro rapero, LNG-SHT. Ambos, completamente rompiendo los estándares del hip-hop mexicano, son conocidos como “Los raros de la clase”.
LNG-SHT, siendo el “jefe de jefes” (los que fueron al show entenderán) del escenario Indio, se presentó ante un lleno total, no es broma, acompañado de Max Chinasky y su DJ Cat Scratcho (el solito se puso el nombre) . A las 14:50 horas Gastón Espinosa cantó para aproximadamente siete mil personas.
“Los raros de la clase” sirvieron de preámbulo para un show que podría considerarse inolvidable para los afines de la música.
Pocas bandas nuevas, es verdad, la gran mayoría de los actos vistos tiene más de diez años de trayectoria. Café Tacvba, Inspector, Wezzer, Mago de Oz, Jumbo, hablamos de lustros y lustros de narrativa musical.
LO PEOR DEL SHOW
Sin duda alguna la decepción más grande del evento, o al menos para quien suscribe, fue la cancelación de Omar Rodríguez López Group. Así como el retraso de la gente de Babasónicos.
Y obvio Maná, tema en el cual no profundizaremos pues todos sabemos que la batología es la razón de ser de la música de un grupo que bien podría ser el Ricardo Arjona del rock nacional.
Para que les sangren sus ojos aquí les dejamos un video en donde un grupo de inadaptados bailan slam con música del nuevo Walter Mercado. Perro oso.
Por cierto el vocalista de Maná habló en diferentes ocasiones como español. “La vamos a pasar de puta madre, olé” dice el nacido en Jalisco.
LO MEJOR DEL SHOW
La presentación de Jumbo. Con más de 20 años en la escena la banda regia regresó al juego con un disco llamado «Manual de viaje a un lugar lejano», un proyecto acústico en el que se acompañan de grandes figuras de la música latina.
En el Festival Catrina la gente de Jumbo, acompañada por una mini orquesta, presentó a invitados como Daniela Spalla, Daniel Gutiérrez de la Gusana Ciega, Jay de la Cueva de Fobia y Adán Jodorowsky.
Un show colmado de nostalgia.
APUNTES GENERALES
Un show sorpresa de Caloncho, Porter rifando como siempre en el escenario Catrina. Chicano Batman cumpliendo con creces en el escenario donde estaría Omar Rodríguez, Inspector calentando el final del show, Café Tacvba dando catedra de presencia en el escenario, y Fobia siendo Fobia, hicieron de dicho festival un evento complicado de olvidar.
Morat apesta pero que chido que lo incluyeron en el Line-up, un programa ecléctico, variado y para todos los gustos.
WEEZER Y SU PRIMERA VEZ EN PUEBLA
De los americanos de Weezer podemos decir muchas cosas. En su primera vez en Puebla la banda aprovechó para presumir sus covers de temas como “África” de Toto, “Take on me” de A-ha y “Paranoid” de Black Sabbath.
Además, Rivers Cuomo lució una playera de los Tiburones Rojos del Veracruz que hizo enardecer a los asistentes. El momento cúspide de su presentación llega cuando se interpreta “Island in the sun” completamente acústica.
DIE ANTWOORD SE CUECE APARTE, MUY APARTE
Nacidos en 2007, Die Antwoord es un dúo que se desenvuelve en un género que ni siquiera sabemos como se llama, si es que tiene un nombre.
Ninja y Yolandi Visser son dos loquillos de Sudáfrica que llegaron al Festival Catrina para hacernos saber a todos los asistentes, músicos y organizadores, que vivimos en el pasado, sobre todo Maná.
El espectáculo de Die Antwoord es totalmente estimulante. Visuales, disfraces y coreografías de otro mundo acompañaron la música de quienes actúan en la película, también sudafricana, Chappie.
Con beats difíciles de digerir para un neófito, la gente de Die Antowoord captó la atención de la mayoría de los asistentes cerrando el evento en el escenario Catrina.
Según quien suscribe la música de los sudafricanos es el resultado de la combinación de un chingo de culturas que viven en el ghetto de Sudáfrica.
DE CÓMO VERLE LA CARA AL SHOW
Por último y no menos importante, aquí dos consejos para verle la cara a los organizadores.
Fui testigo visual de dos maneras bastante audaces de no pagar nada en el Festival Catrina. La primera, típica pero buena, imprimir brazaletes o pulseras falsas. Al menos vi a cinco personas hacerlo.
Y la segunda, un poco más impresionarte. Acudir unos días antes al venue para enterrar, si leyeron bien, enterrar, pomos y botellas de alipús. El futuro es hoy, se los dijimos.