Por Carlos Peregrina
Nos pusimos descarados y en Revista 360º buscamos a un par de infieles, hombres y mujeres, para saber cómo es que han logrado saciar sus instintos sin que su pareja —formal— los cuelgue, los mande al diablo o, por lo menos, se entere de sus aventuras. Ojo, este manual debería de quemarse después de leerse. No quieren que su matrimonio, noviazgo o lo que sea que tengan, se acabe solamente por estar marcando cuáles de estos puntos ya cumplieron a cabalidad. Si te atrapan leyendo esto, Revista 360º no se hace responsable de rupturas, divorcios, pensiones y mucho menos de cuidar a tus hijos los sábados o los días que te toquen. Están advertidos.
1. Consigue al alcahuete perfecto
Puede ser el vigilante del fraccionamiento, la señora de la tiendita, puede ser tu socio o tu mejor amigo. Pero asegúrate de que será leal y le contará a nadie. También cerciórate de que, si es uno de tus amigos o amigas, no quiera echarle el guante a tu pareja. Sí, porque nunca sabes cuándo va a usar esa información en tu contra. Por eso debe ser alguien muy leal, tiene que ser una tumba. Y si es tu empleado, tienes que saber que su silencio también cuesta. El papel del alcahuete es elemental para tener éxito en estas operaciones. Y necesitarás que esté al tanto de tus horarios y movimientos para no caer en errores que pueden ser fatales.
También debe entender que será el primer sacrificado en echarse la culpa con tal de que tú mantengas a flote tu relación formal. “Una vez pasó que mi esposa me encontró los condones y una tanga en la maleta del gimnasio. Bueno, yo no sabía qué hacer. Cuando ella salió con el típico ‘tenemos que hablar’ y me informó que había tocado día de lavandería y encontró esas cosas en la maleta, lo primero que se me ocurrió fue echarle la culpa a mi mejor amigo. Ese cabrón ya sabe cómo soy. Se echó la culpa de todo. Dijo que fue una broma de él. Que él me sembró las cosas. Obvio, mi esposa no lo puede ver ni en pintura”.
2. Ser infiel cuesta, necesitas presupuesto
Los mejores infieles a los que entrevistamos, los más infalibles, tenían presupuesto. De alcahuetes tenían a sus choferes, a sus empleados, hasta a la señora del aseo. Pero usualmente esa lealtad cuesta y pues hay que quedar bien con los alcahuetes si es que no quieres que rieguen el tepache, ¿verdad?
Mucho tiene que ver en qué vas a tener que solucionar y prevenirte de lo que tu pareja haría para descubrirte, y cuando saben que eres un infiel empedernido te buscarán hasta debajo de las piedras. Entre los infieles consultados se recomendó tener un número de celular exclusivo para citar a las aventuras en turno y hasta carro no conocido por tu pareja para llevártela al motel. Mientras más presupuesto, mejor. Y como coartadas tenían viajes de negocios internacionales, en Miami, Cartagena o Toronto, donde obviamente sabían que no los podían cachar o de plano viajaban a lugares como Cuba y Las Vegas con los amigotes. “Mi novia sabía que estaba en un viaje de negocios. Lo que no sabía es que era en Las Vegas y trabajé lunes y martes. El resto de la semana me la pasé de putas. Tuve que improvisar una conexión a Dallas, aunque me costara extra, para que en el aeropuerto ella me esperara procedente de ese punto. Obviamente ella no ve mis pagos en las tarjetas. No vivo con ella. Eso ayuda mucho.”
3. Asegúrate de no estar durmiendo con el enemigo
Si vas a tener una aventura asegúrate de que es algo fugaz. No vuelvas a ver a esa persona o trata de eliminar cualquier contacto posterior al encuentro. ¿Por qué? Porque ocho de 10 entrevistados para este manual fueron encontrados en la maroma por sus parejas gracias a las pistas que “la otra” o “el otro” dejaron. Exacto, no te metas con alguien que busque algo en serio contigo. De eso se trata la infidelidad, de un momento y la adrenalina por ser infiel. Entonces no busques a alguien que está esperando verte primero firmando el divorcio y después en el altar. Después de relaciones duraderas de infidelidad los primeros en salir corriendo a buscar a tu esposa o esposo son los amantes. “A pesar de que negué todo, siempre había forma en que mi esposa sabía mucho y tenía muchos detalles de lo que pasaba. Lo que yo no sabía era que el único pendejo de esa relación era yo. Porque mi mujer y mi novia tenían comunicación.
Yo fui el del error. Dejé muchas veces mi celular. Mi amante tomó el celular de ella, en la primera oportunidad se tomaron un café. No sé cómo es que las mujeres pueden hacer eso. Pero bueno, hoy estoy divorciado, mi amante se vengó y a mi hoy exesposa la veo solamente los sábados y domingos cuando me tocan los niños. En alguna ocasión le pregunté a quien era mi amante por qué lo había hecho, y pues me confesó que siempre quiso una relación seria conmigo y cuando vio que no la obtendría pues tomó cartas en el asunto. Ahora las dos van al gym juntas”.
4. Destruye toda la evidencia
Si ya consumaste el acto, viajaste o estuviste con otra persona en el motel de la vuelta, no importa. Elimina toda la evidencia. Y cuida de no usar tus tarjetas de crédito o mantén una cuenta que no conozcan y que el estado de cuenta no llegue a tu domicilio, sino a tu oficina. Muchos de los infieles entrevistados fueron cachados, ya que en los estados de cuenta venía el pago del table dance, del motel, o la compra de condones y hasta lencería que le compraban a las amantes. Hay que ser honestos. Entre los entrevistados, las mejores escondiendo los rastros de sus infidelidades son las mujeres, y las mejores descubriendo las infidelidades también son las mujeres. “Me cacharon porque el bar de strippers en la Ciudad de México al que fuimos mandó la factura de la borrachera a mi mail. En algún momento mi pareja buscaba unos documentos que yo le pedí y encontró la factura. Sacó un calendario, hizo cuentas y pues… Terminamos después de una semana de pleito”.
5. Siempre ten una coartada bien trabajada.
Aquí es donde son elementales las buenas relaciones que tengas con tus alcahuetes, y si tienes presupuesto para tapar todos tus movimientos, mejor aún. Tu coartada es una serie de pasos irrefutables de todo lo que estabas haciendo en el momento de la infidelidad. Tienes que saber exactamente dónde se supone que estabas, con quién se supone que estabas, e incluso conseguir evidencia irrefutable. Entrevistados para este manual incluso recomendaron tener todo tipo de imágenes con tus amigos, compañeros de trabajo y demás situaciones de confianza en el teléfono en caso de que te pidan evidencia para el tan conocido: “A ver, mándame foto”.
Has de cuenta que mataste a alguien y tienes que negar al 100% todo lo que te achacan. Los mejores infieles son aquellos que conocen la psicología de sus parejas. Adelántate siempre a lo que van a creer que estás haciendo. “Un día mandamos a todos los choferes a una fiesta en la que mi esposa y sus amigas pensaban que íbamos a estar mis cuates y yo. Así que mandamos a todos los choferes con los carros a armar su propia pachanga en esa casa. El objetivo se consiguió porque por lo menos tres o cuatro veces pasaron por enfrente de la casa cada una y vieron nuestros carros estacionados en esa casa. Lo que no sabían es que todos nos fuimos al table en Uber”.
6. Discreción, mucha discreción
Debes de ser una persona sumamente organizada, no puedes tener mala memoria y todos tus movimientos deben de cuadrar con tal de que tu vida de infiel siga trabajando como un relojito. Y eso no es posible sin discreción. El peor infiel es el que no sabe qué hizo toda la mañana al momento en que tu pareja te pregunta: “¿Y cómo te fue?”. Últimamente las redes sociales son el peor enemigo del infiel. Vas a necesitar una cuenta de Facebook alterna. Sí, así como lo lees. Una en donde te puedan etiquetar y que nadie se entere. Ya a estas alturas es muy sospechoso con tus ligues o con tu pareja si sales con eso de “no tengo cuenta de Facebook”. Esa es una batea de babas que ya nadie te compra. Más bien, aquel que no tiene cuenta de Facebook es un infiel en potencia. No prendas alarmas rojas a lo güey. Mejor saca una cuenta alterna. Una entrevistada relató que por casi un año salió con un hombre que se encontraba como un usuario raro en Facebook. Cuando ella lo etiquetaba en Facebook jamás le negaba o borraba las etiquetas. Ese hombre resultó ser padre de tres hijos y ella era el segundo frente. Fue tan discreto que hasta en redes sociales le vio la cara a ella y a su mujer.
7. Cómprate un celular exclusivo para tus movidas
Uno de los entrevistados aseguró que el peor enemigo del infiel es su iPhone. Así que decidió comprarse un teléfono sencillo, un Android barato para tener ahí todas sus movidas. Su esposa desconoce la existencia de este teléfono y jamás lo usa en su presencia, lo guarda siempre en su coche entre la herramienta porque sabe que su mujer jamás pasa por ahí. Cada mañana lo saca camino a la oficina, checa sus mensajes y queda con sus movidas cómo va a estar su semana.
8. Por lo que más quieras, ¡cuídate!
¡Sí, caray! Si no te cuidas será muy probable que tu infidelidad deje tanta huella que termines regando la especie y multiplicando la estirpe. Ojo, el menor de los males podría ser que tuvieras un hijo producto de esa infidelidad. Lo peor es que de no cuidarte termines con alguna enfermedad de transmisión sexual o algún padecimiento peor. Por lo tanto, primero investiga bien los antecedentes de la persona con la que vas a ser infiel. Lee entre líneas y averigua, vaya, si es posible hasta pregunta cuándo fue la última vez que fue al médico. A estas altura ya no sabes con quién te encuentras en la calle. Caras vemos, enfermedades no sabemos. Y dos, usa condón. Si sabes que vas a andar de cabrón o cabrona, cuídate. Es muy sencillo. Pasar a la farmacia antes de llegar al motel te va a quitar cinco minutos y eso puede salvarte la vida.
9. Si ya te cacharon, sé descarado
Vaya, si todo este manual no te sirvió de nada, pues fracasamos. Y ante el error no queda más que ser evidentes. Ni modo, eres un infiel y no se puede hacer nada para tratar tu caso. Quizá hasta tu pareja ya es capaz de vivir con eso. Una de las infieles entrevistada por Revista 360º llegó a una conclusión un tanto hiriente. A su marido le fue indiferente que ella fuera infiel. Y eso le dolió demasiado. “Entonces empecé a ser descarada. Pero ni así. Creo que ahora soy una infiel consecutiva porque quiero llamar su atención. Vengo de una familia muy mocha en la que siempre me enseñaron que debía tolerar que mi padre le paseara las amantes en la cara a mi mamá. Lo cierto es que creo que a mi marido no le importo. Y lo peor de todo es que él ni siquiera me es infiel. Duele. La verdad. El día que provoqué todo para que me cachara obviamente lo notó. Dijo: “No voy a hablar de esto”. Y siguió con su vida. Ahora yo soy la que pasea los amantes en su cara. Y ni así consigo su atención”.
10. Se consciente de que todo se sabrá
Tienes que estar bien consciente de que un día te van a cachar y eso tendrá consecuencias de todo tipo. Desde el divorcio hasta perder la patria potestad de tus hijos, la pérdida de parte de tu patrimonio si es que tienes alguna sociedad con tu pareja. Quizá ahí es donde estriba la adrenalina del infiel. Te pueden cachar y neta que va a valer madre todo. Y de eso tienes que estar bien consciente. Es parte de la filosofía del infiel.