Un nuevo negocio a costa de los concesionarios del transporte público se cocina en la Secretaría de Infraestructura, Movilidad y Transportes, y el chef ejecutivo es, presumiblemente, el director de Operación del Transporte, Jesús Raúl Martínez Paz.
El funcionario en cuestión les solicitó a las 200 unidades que forman parte del programa “Trans-portate-bien” que debían tener internet en sus unidades para que la alarma estuviera conectada.
Es precisamente en el internet donde viene el negocio, pues es un principio les dijeron que el servicio lo brindaría la empresa AT&T, pero la semana pasada, Martínez Paz les dijo que debían pagar 7 mil pesos. El pago sería en efectivo, en un domicilio que está a un par de cuadras de la secretaría: Calle Oriental, número 14, en la colonia La Paz.
Ejecutivos de AT&T, entrevistados, desconocieron el domicilio y dijeron que no tiene nada que ver con la empresa.
La casa, blanca y cerrada por completo, no deja ver qué hay dentro de ella y, por las tardes, guardias de una empresa privada se quedan al frente mientras vigilan quién sabe qué.
En dicha casa tendrían que preguntar por el señor Alberto y a él le tendrían que pagar los 7 mil pesos en efectivo de los cuales, una vez entregados, los transportistas no obtienen ninguna clase de comprobante de pago.
No se hacen preguntas ni se dan respuestas, pero el dinero (no previsto por los concesionarios) cae en manos desconocidas.
En caso de no concretar el pago en efectivo, Martínez Paz les adelantó que podría haber operativos en contra de sus rutas. Algunas de estas serían la 38, 72, 7 y Azteca.
Las 200 unidades que hacen el conjunto de estas rutas generarían 1 millón 400 mil pesos cuyo destino no es comprobable.
Se debe señalar que, como casi siempre que se les dan este tipo de avisos a los concesionarios del transporte, no se les informó a través de un memorándum u hoja membretada, sino solo así: sin rastro para no dejar huella.