Por Gilberto Brenis
La pregunta siempre ha estado en la mente de muchas personas: ¿a quién sí se le puede rendir un homenaje en Bellas Artes y a quién no?
En el mes de agosto, finalmente, se le rendirá un merecidísimo homenaje a Silvia Pinal. Quizá un poco precipitado, pero se hará. A nadie le cabe duda que lo merece y que debe ser en vida y no con la urna de sus cenizas.
Justo en la columna anterior hablaba sobre este punto y lo triste que es que el lugar dedicado a rendir homenaje a las bellas artes de México haga todo menos eso.
Está perfecto que una compañía de danza de Moscú se presente ahí, o una orquesta sinfónica de París, pero no le resta dignidad al recinto el abrir sus puertas al arte popular.
En la edición pasada enlistaba algunos nombres de personas que se merecen un homenaje, y la lista podría ser interminable, porque siempre será mejor darle este espacio a los artistas vivos que han forjado carreras a lo largo de décadas.
Recientemente se celebró el cumpleaños número 90 de la escritora Elena Poniatowska, merecidísimo. Su nombre es conocido en el mundo entero. Habrá a quien le guste o no le guste, pero se merecía este reconocimiento.
Ojalá quien se encuentra al frente de este recinto empiece a poner fechas a los homenajes pendientes. Sigue siendo motivo de dolor para la cantante y actriz María Victoria que no le hayan permitido hacer un concierto ahí.
Y es que al final esto haría que más gente volteara la cara y su atención a este lugar y se inquietara por visitar sus exposiciones o ir a otro tipo de conciertos.
Seguramente si preguntamos a los capitalinos cuántos han ido a un evento a Bellas Artes nos sorprenderemos con saber que no son muchos. Los eventos pueden resultar elitistas y caros.
Yo debo decir que solamente he ido a una exposición del escultor francés Auguste Rodin y el lugar me encantó, la disfruté enormemente… pero no pude entrar a la sala principal. Solamente la he visto en la televisión.
Juan Gabriel tuvo la dicha de estar en ese lugar vivo y muerto, pocos pueden decir lo mismo.
Al final, lo mejor que podemos hacer por este país tan convulso es enfocarlo en las artes, llevar cultura que haga que realmente el alma y el espíritu de los mexicanos se llene de cosas que hagan que la mente crezca, vuele y cree… nos hace tanta falta.
No podemos seguir poniéndonos tantos moños y mucho menos después de haberle rentado el espacio a quien ocupa una celda en Estados Unidos por crímenes inmencionables.