El TUCOL (o el Todos unidos contra Lalo Rivera Pérez, aunque suene a medicina para combatir los mocos) toma fuerza en el PAN. Este jueves, el exalcalde de San Andrés Cholula, Edmundo Tlatehui Percino ya se sumó a la fórmula de Mario Riestra Piña y Genoveva Huerta Villegas.
Eduardo Rivera logró lo que nunca habÃa podido: la unidad.
SÃ, la unidad de un partido, pero en su contra.
Al fin lo consiguió: ¡Felicidades! Ni en Morena (aunque lo nieguen en público) ha logrado estar unido.
El problema que trae el blanquiazul es que si gana Mario Riestra, todos sus aliados buscan cobrársela a Rivera Pérez, no convertirse en un partido de oposición fuerte.
La habilidad que tienen muchos polÃticos es lograr la unidad cuando encuentran a un enemigo en común, a alguien a quien cobrarle todas las facturas de sus propios fracasos y traumas. Andrés Manuel López Obrador lo hizo muy bien con la figura del PRIAN y con la Corona española. Se llama construir al enemigo. Y en el caso que nos interesa, lo lograron, crearon a un enemigo en común.
Rivera Pérez perdió el rumbo desde el 2021.
El alcalde de las mil calles se convirtió en el presidente municipal de los mil baches.
Le dio la espalda a quien en otro tiempo lo respaldó.
El sello de la casa, dicen.
No sólo presidió la comuna poblana, sino dirigÃa a su partido y lo hizo mal, pues hasta multas de arriba de los 50 millones de pesos les impusieron recientemente. Mal gobierno y pésima administración de un partido.
Todos los enemigos de Rivera se han sumado al proyecto de Riestra, no porque los convenza el morenovallista y excandidato a la alcaldÃa poblana, sino porque no hay otra opción y es la manera de quitarle el control del partido a Rivera Pérez.
Rivera no es un activo, es un pasivo.
Felipe Velázquez Gutiérrez no encuentra la manera de deslindarse de quien lo puso e impuso.
El problema es que, de ganar Riestra, éste pensará que lo logró gracias a él y no a la molestia que hay de sus correligionarios hacia el exalcalde que los abandonó y en algunos casos hasta traicionó.
El siguiente problema que enfrentará la dirección en caso de ganar Riestra es ¿cómo se construye un partido que está desfondado y dividido? Una vez que logren sacar a los Rivera del PAN ¿qué harán? ¿Quién será el nuevo enemigo interno?
Insistimos no es que voten por Riestra, sino contra Rivera.
El TUCOL.
No han entendido que está muy difÃcil sacar al buey de la barranca, perdón por el lugar común. ¿Cómo piensan ser un partido de oposición si por dentro están en pleitos internos? El partido Morena está feliz con las divisiones albiazules, les sirven de caja china.
Y es necesario hacer la acotación porque la única forma para que el PAN estatal pueda avanzar es que se sienten todos los activos y pasivos y saquen una dirigencia en común, porque de lo contrario se hundirán más y más.
Situación prácticamente utópica.
Gane quien gane: ya sea Felipe Velázquez (Eduardo Rivera) o Mario Riestra (el TUCOL), el futuro inmediato no es nada alentador para ese partido, porque no piensan en los ciudadanos, sino en usar una institución para repartirse candidaturas y prerrogativas.
Pero allá ellos y su mala cabeza.
Es una oposición, sÃ, pero de ellos mismos.