[su_heading]Sofía Ruiz[/su_heading]
Es originaria de México y se utiliza desde la época prehispánica con mucha asiduidad. Puede ser complemento de muchos platillos en la actualidad y normalmente se recomienda comerse crudo para que no pierda sus características nutricionales.
A pesar de que hay muchas apersonas a las que no les gusta el sabor del pápalo, es perfecto para condimentar la comida, combinan perfectamente con frijoles, sopas, salsas, guacamole, tacos, tlacoyos, con las clásicas cemitas poblanas y hasta como sustituto del cilantro.
Esta hierba, ya casi no se ocupa y por lo mismo es complicado encontrarla a la venta, sin embargo, tiene una enorme cantidad de beneficios así que sería bueno regresarla a los mercados.
Son perfectas para después de comer, basta con masticar unas hojas de pápalo para regular la digestión de la comida “pesada”. También puede servir como laxante, para regular la presión arterial alta y el colesterol.
Si tienes dolor de muelas, poner una hoja sobre ella será suficiente para disminuir el malestar. Hasta funcionan para eliminar el mal aliento.
Para la presión alta y el colesterol, se recomiendo beber un té preparado con los tallos del pápalo y cáscaras de naranja.
Como dato, no es recomendado consumir pápalo durante el embarazo o si se sospecha del mismo puesto que tiene propiedades que incrementan el flujo sanguíneo en el área de la pelvis.
Su nombre, que viene del Náhuatl, quiere decir mariposa. Esto se debe a que sus hojas asemejan las alas de una.