Por: Gilberto Brenis / @GilbertoBrenis
Cuando vivía en Estados Unidos supe de un caso de un joven blanco estadounidense al que se le había negado el ingreso a una universidad porque el espacio destinado para él debía ser ocupado por una persona de un grupo minoritario.
En este caso, no importaba que tan buen resultado hubiese tenido en sus pruebas, no había forma de que pudiera ingresar.
La historia documentaba que quien había obtenido el puesto era un joven de origen hispano y cuya prueba tenía una calificación menor que la del otro joven.
Independientemente de la cantidad de preguntas que me generó esta historia, porque es obvio pensar que es prácticamente imposible saber las calificaciones de los jóvenes y más difícil el saber quién ocupó un lugar por otra persona en una institución educativa.
Sin embargo, la premisa es interesante. ¿Se vale que alguien ocupe un lugar simplemente porque se debe de cumplir una cuota? ¿No es más importante la capacidad o preparación?
A últimas fechas esta idea de cumplir cuotas es increíblemente popular. En política, se reparten candidaturas tratando de equilibrar entre candidatos y candidatas; poco importa si se tiene la preparación o experiencia… se ocupa el sitio solamente por ser hombre o ser mujer.
Y no me lo tome a mal, creo que la equidad y diversidad son necesarias, primordiales… pero no a fuerza. Me entusiasma ver un congreso equitativo, pero sería interesante también saber si es eficiente.
Lo mismo sucede ahora en las películas y series donde a veces también incluyen personajes por cumplir una cierta cuota de raza o de orientación sexual.
¿Es necesario que una de las productoras de Friends salga a ofrecer una disculpa por no haber incluido personajes diversos? La verdad es que no, así se hicieron las cosas.
No fue la intención, en su momento, el ofender a las minorías por no participar de la serie. Yo, siendo de la comunidad LGBT y de origen hispano no me sentí ofendido ante esta ausencia y Friends sigue siendo una de mis series favoritas.
Recientemente vi Lightyear, película de Disney Pixar que generó gran controversia por presentar un beso entre dos mujeres en una cinta de la productora más prolífica de contenido para infantes.
¿Tiene algo de malo el beso? La verdad es que no. ¿Viene al caso en la historia? Tampoco. Después de ver la cinta sentí como que el personaje fue hecho gay a fuerza, no tenía una razón para serlo además de ser afroamericana y cuya pareja era de origen oriental… ¿acaso estaban cumpliendo cuotas? Parecía como si estuvieran tratando de contrarrestar el hecho de que el personaje principal es blanco y heterosexual.
Lo que realmente anhelo es que lleguemos al punto en que la diversidad y equidad simplemente sucedan, se ocupen los lugares de acuerdo a capacidades y no por género y que en los medios los personajes sean como tienen que ser por su esencia y psicología, no por cumplir y quedar bien… ojalá lleguemos a ese punto.