¿Cuántos año llevas con el propósito de bajar de peso sin lograrlo? O bien, asistes al gimnasio las primeras dos semanas del año nuevo, y de pronto, se te olvida la convicción y el cuerpo que juraste presumir en Semana Santa.
Seguro ya buscaste en Google los métodos más extraños y desesperados.
O quizá hasta te compraste los videos con instructor para que sientas cómo alguien te presiona.
Pero no te avisaron que tienes que bajarte del sillón.
Así que si cada vez que te paras en la báscula del baño te dan ganas de bajar un pie o lanzarla por la ventana.
Y si lo único que te preocupa es cómo se te ve la panza y ya no la soportas, permítenos decirte que todo es cuestión de lo que comes.
Cortárterla no es una opción a menos que tengas un cirujano milagroso (y mucho dinero para pagarle).
Aquí entre nos, si no estás completamente dispuesto a aceptar el reto de dejar ciertos alimentos y levantarte temprano para sudar como nunca, tal vez sea tiempo de que empieces a aceptarte tal y como eres.
Con los chocolates y todo.
Lo cierto es que la única manera de bajar de peso es ser tener buenos hábitos de alimentación y hacer ejercicio, así que definitivamente no es algo sencillo pero con constancia y decisión puedes lograrlo (o intentarlo el próximo año).