[su_heading] Marco Calderón [/su_heading]
La cuenta de Twitter de Mara Castilla, @MaraMiranda25, cerró para siempre su actividad con 3151 tuits, 206 cuentas seguidas y 3345 seguidores, muchos de los cuales lo hicieron a partir de la noticia de su muerte.
#SiMeMatan es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza…
— MAPI (@MaraMiranda25) 5 de mayo de 2017
Su foto de perfil es una selfie tomada en un espejo, tal vez del departamento donde vivía.
Su nombre de usuaria era MAPI, y su descripción, una sola palabra: LIMITLESS. Más abajo, se puede leer que se unió a esta red social en marzo de 2012, es decir, cuando tenía aproximadamente 14 años.
La última actividad en su cuenta se registra el jueves 7 de septiembre, a las 20:51 horas; se trata de un retuit a la cuenta @Rafael_CornejoC, cuyo mensaje dice: “Algo que si se extraña de Xalapa y Veracruz. La cancelación de labores escolares por culpa de huracanes. :/”.
El último mensaje de su autoría es del día anterior, miércoles 6 de septiembre, a las 23:35 horas, que dice: “Me merezco un premio por aguantar tanto mensaje pendejo al día en el grupo de mi salón”, rematado por un emoji de expresa hartazgo.
Al abrir el apartado de “Seguidos” es visible su interés por los asuntos político, pues entre las cuentas que seguía están las de Animal Político, POLÍTICO México, El País, CNN en Español, además de figuras como Enrique Krauze, Risco y Denisse Dresser.
El 5 de mayo de este año, se unió al movimiento en redes que propició el feminicidio de Lesvy Osorio, estudiante de la UNAM, que desbordó las redes con #SiMeMatan, a la que Mara complementó con el mensaje: “…es porque me gustaba salir de noche y tomar mucha cerveza…”.
Esta última fue la más exitosa de sus publicaciones, pues alcanzó 5 mil 500 me gusta, 3 mil 600 retuits y 440 respuestas.
Mucha de la repercusión de este mensaje fue a raíz de su desaparición y muerte, con mensajes que iban desde la más rampante misoginia hasta las muestras de apoyo.
Al final, es una muestra más de la utilidad más socorrida de las redes sociales: solaz indiscriminado, así en la alegría como en la tragedia.