La sexualidad en pareja tiene sus altibajos con sus momentos de gran plenitud, pero el horario siempre es algo que nos afectará al momento de resolver nuestros encuentros íntimos. Partamos de la libido, para muchos hombres les pasa que, al despertar, lo hacen con gran energía sexual esto se puede notar, claro, las erecciones matutinas son un gesto claro para ello, por otra parte, las mujeres suelen tener el deseo sexual en su punto más alto antes de ir a dormir, complicado, pero no imposible.
Las preferencias en el horario para tener relaciones sexuales no es un tema a discutir del todo en una pareja del mismo género, aunque entre las parejas tiende a ser una razón de disputa y hasta de negociación.
El consentimiento es un tema central en una convivencia sexual entre dos adultos y destaca como los horarios pueden ser un asunto que ronde los límites. Por medio de una encuesta de Ilicitencounters, se dio a conocer que el 64% de las mujeres y el 38% de los hombres reconocieron que llegaron a tener sexo con sus parejas en momentos en los que no tienen ánimo sexual.
Cambio de hábitos y rutina
Según la experta en sexo y relaciones, Jessica Leoni, se puede buscar tener horas de descanso más temprano para que el sexo por la mañana pueda ocurrir sin tener que enfrentarse al riesgo de un retardo laboral o tener prevista la noche para desvelarse por una noche de pasión. “Ambos hacen un esfuerzo y planifican su noche de sexo (quizás preparando la cena antes o pidiendo comida). ¿Qué tiene eso de malo?”, señala la consejera.
Hablando nos entendemos y comprometemos
El sexo es parte de la pareja, sin duda, pero hay otras tantas cosas que ocurren en el día a día que no se pueden descuidar.
“Si sus horarios de trabajo son completamente distintos y eso está afectando a tu vida sexual, háblenlo entre ustedes para buscar una solución. Siempre hablando con sinceridad y asegúrense de que hacen varios huecos en la agenda por si en algún momento les apetece a ambos”, señaló Leoni a HuffPost.
La intimidad más allá de la cama
No todo se trata de no coincidir en la cama, hay otros espacios donde los gestos entre ambos pueden ser compartidos. “Encontrar tiempo de calidad para intimar requiere esfuerzo”, advierte Leoni. “No consiste solo en planificar el sexo, sino también en intimar fuera del dormitorio. Durante el día el darse besos, abrazos, caricias y miradas sin intención de que acaben en sexo. Si son una pareja que tiende al manoseo, el sexo llegará por sí solo tarde o temprano y los horarios no serán un obstáculo”, reflexiona.
Con información de LifeandStyle