Cuando comiste fresas con chantilly o disfrutabas de unos frescos ostiones en la playa, ¿sentiste algo especial? ¿consideras que en ese momento tu libido despertó?
Las fresas, los ostiones, incluso en el pasado, la mosca española, el cuerno de rinoceronte molido y los extractos de plantas han sido considerados afrodisíacos, pero ¿puede un alimento realmente afectar el deseo sexual y el rendimiento?
Ángel Soriano, nutricionista, opina que se ha otorgado el título de afrodisíaco a ciertas comidas sin una verdadera evidencia científica: A efectos fisiológicos ningún alimento tiene ese tipo de efecto.
No obstante, esa creencia puede tener su origen en que algunos comestibles tienen componentes que, por ejemplo, pueden ser precursores de testosterona en hombres.
Sin embargo, aunque sustancias como el zinc o el colesterol pueden ayudar a elevar los niveles de esta hormona en caso de tener déficit, si tus niveles de testosterona son normales, no vas a generar más. Lo que producirás, simplemente, será más colesterol. Por tanto, no es un estimulante, al revés, «la gente con el colesterol alto suele tener sobrepeso y problemas de erecciones, porque la obesidad es otro factor negativo para la sexualidad», aclara.
También se ha relacionado con las comidas afrodisíacas la dopamina. Este nutricionista piensa que el estar sometidos a una cantidad de estímulos que antes no teníamos, nos ha hecho adictos a la ‘hormona de la felicidad’. Este neurotransmisor da un placer inmediato, pero es fugaz; en el momento en que desaparece de la boca, nuestra satisfacción también lo hace.
¿Qué pasa con el chocolate?
Esto ocurre con los alimentos fruitivos, como el chocolate. Cuando comes algo que te produce dopamina, tu cerebro automáticamente te va a pedir más y, o repites de esa comida o buscas otra alternativa que te la genere, como puede ser practicar sexo. Por tanto, no es que el chocolate aumente la libido, sino que tu cuerpo necesita conseguir más ‘droga’ como la que te proporciona, en este caso, el chocolate, y el sexo lo hace.
¿Qué frena el deseo sexual?
Hay mucha gente que para desinhibirse recurre al alcohol, pero si te pasas, sobre todo los hombres, pueden tener una disfunción eréctil en el momento, expone Soriano. En el caso de las mujeres, las hormonas sexuales femeninas disminuyen durante la menopausia o el embarazo, pudiendo provocar una disminución del deseo sexual y la excitación. Asimismo, comenta que hay evidencias científicas que muestran cómo las personas con trastornos de ansiedad o depresión pueden tener un mayor riesgo de disfunción sexual.
¿Por qué te excitas al comer ciertos alimentos?
La mente que es capaz de erotizar casi cualquier estímulo. Así, un estímulo neutro, como un hielo, cuya función es enfriar una bebida, podría utilizarse en juegos sexuales y tomar un cariz erótico. Lo mismo ocurre con ciertos alimentos. Para conseguir erotizar la comida, se debe prestar atención a todo el contexto: una compañía que seduzca, un ambiente íntimo y confortable, las expectativas de lo que motiva el momento… además de los alimentos que resulten apetecibles. Todo ello genera una serie de asociaciones que facilita la percepción de la experiencia como un estímulo erótico, comenta Silvia Cintrano, sexóloga.
Uno de los factores que más intervienen en esta erotización de los alimentos es el olfato. Con diferencia es el sentido más potente, pues está situado más cerca del hipotálamo, que es la estructura cerebral responsable de la memoria, y a su vez está conectado con el sistema límbico, responsable de las emociones.
Cuando aparecen ciertos olores erotizados, como puede ser el perfume de una persona que te atrae, se desencadenan recuerdos de esos pensamientos eróticos, situaciones íntimas y emociones positivas, que terminan desencadenando la respuesta sexual, explica Cintrano. Además, si al olfato se le une otro sentido como el gusto, el recuerdo será más potente y será más sencillo que el organismo se excite.
Por último, el recuerdo que tengamos sobre ciertos alimentos son determinantes a la hora de aumentar o disminuir la libido. Por ejemplo, aquellas personas que se hayan intoxicado con ostiones o con fresas, no se van a excitar al recordarlas o probarlas.
Con información de ABC