Ser adulto es algo a lo que aspiramos de niños y huimos en los veintes. Creo que no hay una edad estandarizada que indique que ya eres oficialmente un adulto, más bien son las acciones.
Puedes ser un “adulto chiquito” que desde los quince años se vio obligado a independizarse o alguien de 40 que sigue dependiendo de sus padres y nunca ha hecho nada por el mismo.
En lo personal, mis primeros indicadores de que probablemente ya estaba creciendo, fueron cuando tuve que hacer la cita para ir al doctor yo sola, ir y tomarme el tratamiento sin que nadie me recordara, cuando me encontré en un antro de mal humor por la cantidad de gente y la música tan fuerte y cuando empecé a apagar las luces para ahorrar en la factura de electricidad.
Otro indicador para saber que estás creciendo es que las cosas que te dijeron y te dicen tus papas comienzan a tener mucho sentido. Probablemente en tu adolescencia lo único que querías era no estar con ellos y todo lo que decían se escuchaba como un eco borroso en tu cabeza, pero creo que en los veintes, el “ahorra”, “cuídate cuando salgas”, “se selectivo con tus amigos”, “no tengas prisa en crecer”, “lee”, “no juzgues”, entre muchos otros; empiezan a tener todo el sentido del mundo.
Biológicamente, eres un adulto si perteneces a la generación Harry Potter, pero hablando en serio, sabes que vas por buen camino cuando entiendes qué es tener sentido del humor. Al fin te aprendiste a relajar y a no exigirte tanto (a veces) y que con humor todo es mejor.
Otra señal para saber que estas creciendo son los amigos. Antes te importaba tener una bola enorme con quien pudieras salir, valiéndote quiénes eran como personas, lo relevante era la fiesta. Ahorita te conformas con pocas personas llenas de calidad que sabes que siempre van a estar para ti y que te van a querer incluso cuando tú no te quieres.
Cuando buscas una relación seria en lugar de fijarte en gente que no te conviene, vas por buen camino. Las relaciones casuales y sin sentido ya dejaron de interesarte y quieres a alguien que busque lo mismo que tú, ya sea formar una familia, casarte o envejecer con alguien sin importar las circunstancias, ya no estas para juegos.
Crecer no es sencillo y mucho menos aceptar que lo estás haciendo. Empieza a cambiar tu forma de ver al mundo y no, ser adulto no significa tener hijos y pasar todo el día en el trabajo, no significa tener todo resuelto (si alguien tiene todo resuelto avíseme cómo le hizo por favor). La verdad no sé muy bien qué significa, a quién engaño, pero puedo intuir que es saber pedir una disculpa sincera, dejar de perseguir a quien no te quiere, aprender a tener autocontrol y empezar a sentirte orgulloso de la persona en la que te estas convirtiendo porque sabes que haces lo mejor que puedes.
No podemos dejar de hablar de los clichés de la adultez; empiezas a cocinar, trabajas y te quejas de los impuestos, ves documentales, lavas tu ropa, pagas cuentas, sabes lo que está pasando en el mundo y no funcionas sin tu café; sabemos que son básicos y nos pasan a todos eventualmente.
Todos crecemos y creo que lo más importante para no amargarnos en el camino es no perdernos, ya sea en algún trabajo, haciendo algo que no te gusta, dejando de reírte, lo que sea, pero podemos construir la mejor versión de nosotros mismos en el camino, tengamos la edad que tengamos.