Vice
Hay ocasiones en las que una cosa no tiene por qué ser otra. Quizá la representación platónica de esta reflexión la encarne la pipa de vidrio-dildo Peter Piper Pecker Puffer, un utensilio que da forma a dos clases distintas de placer y que, a su vez, suscita una pregunta: ¿por qué?
Este aparato híbrido entre pipa y juguete sexual es exactamente lo que parece. La Peter Piper, una muestra más del afán por perpetuar la tradición del «dos en uno» inherente al pueblo norteamericano: no es más que un dildo pegado a un recipiente. Se concibió bajo el pretexto de que el placer ha de ser máximo y eficiente y porque se tiende a pensar que el consumo de cannabis incita al erotismo. Las investigaciones sugieren que «las expectativas de una persona y su entorno social y cultural influyen en gran medida en los efectos que produce el consumo de cannabis», y no cabe duda de que la pipa-dildo contribuye a generar un ambiente propicio.
El aparato se comercializa con el lema de que el sexo eleva, pero raras veces satisface. Sin embargo, el embalaje no parece apostar demasiado por la seducción, con sus juegos de palabras escritos en letras mayúsculas en tipografía serif.
Los padres de la criatura son los dueños de una empresa de venta de juguetes sexuales por internet llamada Pipedreams. En su blog, los chicos de Pipedreams describen su marca como «atrevida, desafiante y agresiva». La firma inició su andadura como mayorista de pipas y artículos relacionados hasta que el FBI le obligó a cerrar. Ante la necesidad de diversificar su negocio, Pipedreams hizo una incursión en el mundo de los artículos de broma y pronto empezó a fabricar sus propios juguetes sexuales. En este campo, la Peter Piper Pecker Puffer se alza como el flamante faro del pasado, el presente y el futuro de la empresa. Lamentablemente, el artilugio ha dejado de fabricarse sin explicación alguna y ya no está disponible en el sitio web de Pipedreams, aunque todavía puede adquirirse en Amazon (cuatro estrellas y media de calificación) y en otros sitios web con estética 1.0.
La empresa también es propietaria de Jimmyjane, una marca de juguetes sexuales de lujo de la que se ha dicho que es «la Apple de los juguetes sexuales». Jimmyjane comercializa un vibrador de oro de 24 quilates del que Kate Moss supuestamente es fan, pero cuesta imaginar que la Peter Piper esté a la misma altura. En un primer momento, el concepto de un dildo de vidrio con el que se pueda fumar parece absurdo. En un segundo momento, también parece bastante poco seguro. «Soy bastante reticente a insertar cualquier objeto de vidrio en un orificio, escribió «Ira Glass» en su comentario sobre el producto. Una preocupación, por otro lado, intuitiva, por no mencionar que el vidrio estará caliente, generalmente.
Cuando les conté que había comprado una Peter Piper Pecker Puffer «original» por 49,95 dólares más gastos de envío en un sitio web canadiense cuyo dominio acababa en .net, mis amigos y seres queridos expresaron su enorme preocupación por mi vagina. «Ten cuidado», solía ser el comentario más frecuente. Para mi decepción, al probarla comprobé que el humo no ocupa todo el interior de la cámara fálica de 20 centímetros. Como polla, por tanto, la Peter Piper está mejor de lo que esperaba. Una vez más, el mensaje de la parte posterior del embalaje, que reza «¡Chupa ambos extremos!», consigue que la Peter Piper parezca más un artículo de los que se encuentran en la sección de oportunidades de las tiendas de todo a mil.
El dildo está fabricado con vidrio grueso y resistente y mientras fumas sigue frío al tacto. El vidrio es un material usado comúnmente en la fabricación de juguetes sexuales. El vidrio endurecido es duradero y no poroso. Pese a las escasas expectativas que genera su aspecto, el Peter Piper tiene una calidad sorprendente, sobre todo si la persona que la valora está muy fumada. Además, el dildo tiene un peso considerable que contrasta con la ligereza del recipiente para fumar.
Lo que me lleva al siguiente punto: otro aspecto de la Peter Piper es que acabé muy trabada fumando en ella. Puesto que debe encajar perfectamente en un dildo grande, la propia pipa tiene un gran tamaño, es bastante profunda y resulta bastante cómodo fumar en ella. Cierto, no te ves muy cool haciéndolo, pero hay que reconocer que funciona. Obviamente, cuanto más la usaba, más me gustaba. Peter Piper acabó conquistándome ya avanzada la noche. Poco a poco me di cuenta de que, a nuestra pregunta de «¿por qué?», la pipa respondía