La gripe aviar, también conocida como influenza aviar, es una enfermedad contagiosa de las aves causada por virus de la influenza tipo A. Se han identificado varios subtipos de virus de la gripe aviar, y algunos de ellos pueden infectar también a los seres humanos. El virus H5N1 es uno de los subtipos más conocidos y ha causado preocupación por su potencial para provocar brotes graves en aves de corral y, en algunos casos, en seres humanos.
Los síntomas en las aves infectadas pueden variar desde síntomas leves hasta enfermedad grave y mortalidad. En los seres humanos, los síntomas pueden incluir fiebre, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar y en casos graves, neumonía y otros problemas respiratorios.
Aunque la transmisión de la gripe aviar de aves a humanos es poco común, se han producido casos en los que las personas han contraído la enfermedad después del contacto directo con aves infectadas o superficies contaminadas. Sin embargo, la transmisión de persona a persona es extremadamente rara.
La vigilancia continua y la rápida respuesta son fundamentales para prevenir y controlar los brotes de gripe aviar tanto en aves como en humanos. Se han implementado medidas de control, como la vacunación de aves de corral y la aplicación de protocolos de bioseguridad en granjas avícolas, para reducir el riesgo de propagación del virus.
¿Existen vacunas contra la gripe aviar?
Sí, existen vacunas para proteger a las aves de corral contra ciertos subtipos de virus de la gripe aviar. Estas vacunas están diseñadas para prevenir la enfermedad en aves y reducir la propagación del virus en las poblaciones avícolas. Sin embargo, no existe una vacuna específica para la gripe aviar en seres humanos.
En caso de que surja una cepa de gripe aviar que represente un riesgo significativo para la salud pública, los investigadores pueden trabajar en el desarrollo de vacunas específicas para proteger a los humanos contra esa cepa particular. Durante brotes de gripe aviar que plantean preocupaciones para la salud pública, se pueden implementar otras medidas preventivas y de control, como el uso de antivirales y prácticas de higiene estrictas, para reducir la propagación del virus entre las personas.
Gripe aviar en México
El 23 de mayo de 2024, el CNE del RSI de México informó a la OPS/OMS un caso confirmado de infección humana por el virus de la influenza aviar A(H5N2) detectado en un residente del Estado de México de 59 años que se encontraba hospitalizado en la Ciudad de México y sin antecedentes de exposición a aves de corral u otros animales. El caso tenía múltiples condiciones médicas subyacentes. Los familiares del caso informaron que el caso ya había estado postrado en cama durante tres semanas, por otros motivos, antes de la aparición de los síntomas agudos.
El 17 de abril, el caso desarrolló fiebre, dificultad para respirar, diarrea, náuseas y malestar general. El 24 de abril el caso buscó atención médica, fue hospitalizado en el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosio Villegas” (INER) y falleció ese mismo día por complicaciones de su padecimiento.
Los resultados de la reacción en cadena de la polimerasa en tiempo real (RT-PCR) de una muestra respiratoria recolectada y analizada en el INER el 24 de abril indicaron un virus de influenza A no subtipificable.
El 8 de mayo la muestra fue enviada para secuenciación al Laboratorio de Biología Molecular de Enfermedades Emergentes Centro de Investigación en Enfermedades Infecciosas (CIENI) del INER, donde indicó que la muestra era positiva a influenza A(H5N2). El 20 de mayo la muestra fue recibida en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) del Centro Nacional de Influenza de México, para su análisis por RT-PCR, obteniendo resultado positivo para influenza A. El 22 de mayo, La secuenciación de la muestra confirmó que el subtipo de influenza era A (H5N2).
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No se reportaron más casos durante la investigación epidemiológica. De los 17 contactos identificados y seguidos en el hospital donde falleció el caso, uno informó secreción nasal entre el 28 y el 29 de abril. Las muestras tomadas de estos contactos hospitalarios entre el 27 y el 29 de mayo dieron negativo para influenza y SARS-CoV 2. Se identificaron doce contactos adicionales (siete sintomáticos y cinco asintomáticos) cerca de la residencia del caso. De estos individuos se obtuvieron muestras de exudado faríngeo, hisopos nasofaríngeos y suero. El 28 de mayo, el InDRE informó que las doce muestras de contactos cercanos a la residencia del paciente dieron negativo para SARS-CoV-2, influenza A e influenza B, según lo determinado por RT-PCR. Están pendientes los resultados de las muestras serológicas.
En marzo de 2024 se detectó un brote de influenza aviar A(H5N2) de alta patogenicidad en una granja avícola de traspatio en el estado de Michoacán, fronterizo con el Estado de México donde residía el caso.
Adicionalmente, en marzo de 2024 se identificó un brote de influenza aviar de baja patogenicidad (IABP) A(H5N2) en aves de corral en Texcoco, Estado de México, y un segundo brote de IABP A(H5N2) en abril en el municipio de Temascalapa en el mismo estado. Hasta el momento, no ha sido posible establecer si este caso humano está relacionado con los recientes brotes en aves de corral (1).
En 2022 se publicó un estudio que describe la circulación continua de virus de influenza aviar H5N2 de baja patogenicidad en México y su propagación a varios otros países (2).
Este es el primer caso humano confirmado por laboratorio de infección por el virus de la influenza A(H5N2) reportado a nivel mundial, y la primera infección por el virus A(H5) en una persona reportada en México. El caso tenía múltiples condiciones subyacentes y la investigación de las autoridades sanitarias de México continúa para determinar la probable fuente de exposición al virus. Recientemente se han detectado virus de la influenza A(H5N2) en aves de corral en México.
No existen vacunas específicas para prevenir la infección por el virus de la influenza A(H5) en humanos. Se han desarrollado vacunas candidatas para prevenir la infección por A(H5) en humanos con fines de preparación para una pandemia. Un análisis detallado de la situación epidemiológica, una mayor caracterización de los virus más recientes (en humanos y aves) y las investigaciones serológicas son fundamentales para evaluar los riesgos asociados y ajustar las medidas de gestión de riesgos de manera oportuna.
Basándose en la información disponible, la OMS considera que el riesgo actual que representa este virus para la población general es bajo. Si es necesario, se revisará la evaluación de riesgos en caso de que se disponga de más información epidemiológica o virológica, incluida información sobre los virus A(H5N2) detectados en las poblaciones animales locales.