En la lucha contra la pandemia de coronavirus en México, la imagen del subsecretario de salud, Hugo López- Gatell, acapara los medios de comunicación y las redes sociales, particularmente por las conferencias diarias para actualizar la información sobre la situación del país frente al Covid-19. Y recientemente se dio a conocer que no siempre tuvo la mirada fija en una carrera en la medicina, la investigación y la función pública, por lo menos, no en los inicios de su vida académica; pues en su juventud formó parte de una agrupación de rock progresivo al lado de amigos que hoy son músicos de renombre.
Cantera, la longitud de onda perfecta, fue la agrupación que López-Gatell fundó durante la década de 1980 al lado de su hermano Carlos, y en la que debutaron Luis Alfonso Figueroa y Jacobo Lieberman, quienes posteriormente fundaron la banda Santa Sabina, así como Juan Manuel Badillo, Pedro Gialbert y Luis Ernesto Martínez Novelo, hoy bajista de La Gusana Ciega, entre otros.
«Digamos que era la banda de la secundaria, tocábamos varios ahí y Hugo era el flautista, en algún momento él y su hermano eran parte de la banda, su hermano tocaba las percusiones y él la flauta trasversa”, destaca el bajista Poncho Figueroa en entrevista telefónica con Notimex.
Cantera no comenzó como muchas agrupaciones que realizan cóvers a canciones famosas, pues de inmediato comenzaron a crear temas propios: “Eran originales y no tenían letra, era pura música, por eso también la flauta como que sí tenía su importancia en los grupos de progre”, revela respecto al instrumento que el ahora subsecretario de salud tocaba en la época.
El funcionario público reconoció en una entrevista reciente ser bastante desafinado a la hora de cantar, sin embargo tuvo formación en música clásica y se declaró fanático de las agrupaciones que formaron sus excompañeros de banda: Santa Sabina, sobre todo de la fallecida vocalista Rita Guerrero, y La Gusana Ciega.
Aunque Figueroa reconoce que no se trató de algo a nivel profesional, sí tuvieron la oportunidad de realizar presentaciones en vivo al lado de grupos que en el momento gozaban de cierta popularidad.
“Ensayábamos sólo los viernes y tuvimos algunos conciertos importantes: uno en el C.U.C., tocamos con una banda que se llamaba News Paper, en el 85 más o menos como por ahí del temblor; también una que se llamaba Crisis, que también en esa época tenía renombre; y también en algunas tocadas en la escuela en la que estábamos, que era colegio Madrid, ahí tocamos con Las Insólitas Imágenes de Aurora (que posteriormente se convirtieron en Caifanes), que era nuestro máximo triunfo y sueño”, recuerda.
En la década antes referida, no era común que los grupos que comenzaban, dejaran un registro de su trabajo, sin embargo se realizaron algunas grabaciones e incluso formaron parte de una película con la agrupación.
“Damián Ortega, el artista visual, hizo una animación en Super8 de una canción que se llamaba «Fragmentos»; también teníamos una que se llamaba «Pingüinos»; otra que se llamaba «Calenda»; y él también hizo algo con otra que se llamaba «Calidoscopio». En realidad eran experimentales musicalmente, estaban padres, era un rock progresivo, según yo, bastante bailable, era un poco más movido”, refiere.
“Y de hecho hay una película perdida, que nunca supe si salió o no, creo que fue la tesis de Octavio Reyes, un estudiante del C.C.C., de la generación más o menos de Carlos Carrera y ahí sale Cantera en un ensayo, y José Argil, que era ingeniero de audio de El Tri, tenía unas grabaciones de Cantera me dijo hace poco, yo creo que Pepe o Juan Manuel deben tener, todo eso en cintas en cassette o algo así”, profundiza el bajista.
Todos los exintegrantes de Cantera, que se completan con Pepe Martínez, que hoy es ingeniero de audio y diseñador de equipos, se dedicaron de cierta forma a la música, excepto Hugo López-Gatell y su hermano.
“El papá de Hugo era un connotado médico, en su momento también tuvo bastante renombre, y ya ves cómo es la tradición de varios oficios, que son familiares, aunque creo que de toda la familia él es el único que se dedicó, no sé, a Carlos le perdí la pista, pero su hermano Víctor (conocido como El Vico) siempre fue un artista plástico bastante conocido desde joven”, finalizó Figueroa.
Fuente: Milenio