Aristegui Noticias | Reuters
Japón declarará un estado de emergencia en Tokio y otras seis prefecturas para frenar la propagación del coronavirus, dijo el lunes el primer ministro Shinzo Abe, cuyo gobierno prepara un plan de estímulo de 990.000 millones de dólares para amortiguar el impacto de la epidemia en una economía que ya luchaba por evitar una recesión.
Más de 3.500 personas han dado positivo en las pruebas de COVID-19 en Japón y 85 han muerto. Aunque no se trata de un gran brote en comparación con los de otros países, las cifras siguen aumentando, y la principal inquietud es su propagación en Tokio, que tiene más de 1.000 casos, con 83 nuevos registrados el lunes.
“Dada la situación de crisis en el frente de batalla médico, se ha recomendado al gobierno que se prepare para declarar el estado de emergencia”, dijo Abe a los medios.
El estado de emergencia, que según Abe durará en torno a un mes, dará a los gobernadores locales la autoridad para pedir a la población que se quede en casa y a los negocios que cierren, aunque no para decretar el tipo de confinamientos que se ve en otros países.
En la mayoría de los casos no hay sanciones por ignorar las solicitudes, por lo que la aplicación depende más de la presión ciudadana y del respeto a la autoridad.
La presión sobre el gobierno para que tomara medidas ha ido en aumento, aunque Abe ha expresado su preocupación sobre la posibilidad de adoptar decisiones precipitadas por las restricciones a la circulación y a la actividad de los negocios que producirían.
Abe también dijo el lunes que el gobierno ha decidido aplicar un paquete de estímulo de unos 108 billones de yenes, incluidos más de 6 billones en pagos directos a hogares y pequeñas empresas y otros 26 billones de yenes para permitir el aplazamiento del pago de la contribución a la seguridad social y los impuestos.
Todavía no está claro qué proporción del paquete de estímulo supondrá un gasto adicional para las cuentas del Estado.
“El gobierno quiere ayudar a los negocios a continuar con su actividad y a proteger los empleos”, dijo Abe.
El estado de emergencia parece contar con el apoyo de la población japonesa. En un sondeo publicado el lunes por JNN, dirigido por la emisora TBS, el 80% de los encuestados dijeron que Abe debería declararlo, mientras que el 12% dijo que no era necesario.
INVOCACIÓN A LA CALMA
Haciendo sonar la alarma por el alto índice de casos que no pudieron ser rastreados, la gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, indicó la semana pasada que estaba a favor de la declaración del estado de emergencia, una acción que instará a los residentes a adherirse a medidas de distanciamiento social más fuertes.
Un experto del grupo de trabajo para el coronavirus del gobierno dijo que Japón podría evitar un fuerte aumento reduciendo el contacto entre personas en un 80%.
En virtud de una ley revisada en marzo para hacer frente al coronavirus, el primer ministro puede declarar el estado de emergencia si la enfermedad supone un “grave peligro” para la población o si su rápida propagación puede tener un gran impacto en la economía.
El ministro de Economía nipón, Yasutoshi Nishimura, hizo un llamamiento a la calma al decir a los residentes de las prefecturas afectadas que no hay necesidad de que huyan a otras regiones, lo cual podría contribuir a la propagación del virus, dijo la emisora NHK.(Rts)