Alfonso Esparza Ortiz mandó un mensaje contra todos aquellos que han querido usar la universidad como un botín político. Muchos personajes que tienen relación con ex rectores de la propia casa de estudios o que fueron expulsados desde hace años por vivir del presupuesto, abusar de su autoridad y que sirvieron como porros o participaron en componendas económicas de empresas fantasmas con personajes como un tal Bejarano (el señor de las ligas).
Recuerden que el citado personaje era proveedor de una empresa de limpieza que nunca existió en los tiempos en los que Samuel Malpica Uribe era rector y que esa fue una de las causales de su suspensión y encarcelamiento, aunque en realidad fue una decisión presidencial porque se buscó acabar con las ideologías que imperaban en ese momento.
Cuando Esparza habló en su tercer informe de labores de la defensa de la autonomía universitaria es para que se respeten a los académicos, al personal administrativo y a todos los estudiantes de preparatoria hasta posgrados. Que no influyan manos externas en la elección de rector del 2021 y que no se vulnere la autonomía de cátedra y de organización de una de las instituciones de educación superior más importantes del país.
Alfonso Esparza ha mostrado temple porque este tercer año de labores soportó huracanes, tormentas tropicales, terremotos y catástrofes que azotaron a los pies de la institución, pero que no causaron ninguna baja.
Demandas y litigios por el tema de Lobos Buap que Esparza ha ido ganando poco a poco y que al final han puesto en su lugar al empresario que quiso abusar del tema y que se llevó entre las patas a muchos que ciegamente confiaron en él.
Este año, el rector de la BUAP tuvo que dar un fuerte golpe en la mesa por los altos niveles de inseguridad que fueron víctimas alumnos, profesores y administrativos de la universidad. Llegó el Covid-19 y convocó a su equipo más cercano para generar estrategias a fin de que los estudiantes no dejaran de recibir clases. Establecieron las nuevas plataformas para no dejar de ser una de las instituciones mejor rankeadas a nivel nacional.
La apuesta de Esparza respecto a la defensa de la comunidad universitaria no es solo un tema político como algunos quieren ver, es más allá: es velar por los intereses, objetivos y metas que se han planteado en diferentes rubros, como la investigación, el aprendizaje, los desarrollos tecnológicos y la mejora -en términos generales- de las condiciones laborales de todos los que trabajan en la máxima casa de estudios del estado.
El tema universitario no es un tema político sino de estabilidad social, pues la importancia que tiene la BUAP a nivel estatal y nacional va más allá de las pequeñas rencillas que se han querido generar.
Son muchos estudiantes y trabajadores que dependen de la estabilidad que se ha mantenido en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla.
Los resultados son los que matan cualquier grilla, como siempre pasa.