Localizado a tan solo 30 minutos de la capital de la ciudad de Colima, se encuentra el Pueblo Mágico de Comala, que con su clima cálido y vegetación exuberante destaca por su ambiente pacífico, donde aún es posible transitar al sonido de tus propios pasos.
Comala, ha sido fuente de inspiración para artistas en todas las corrientes, destacando entre ellas una de las obras cumbre del realismo mágico mexicano: Pedro Páramo del escritor Juan Rulfo. ¿Lo recuerdas? “Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo”.
En la Plaza de Armas, junto a un kiosco traído desde Alemania, se levanta la parroquia de San Miguel Arcángel y unos metros más adelante, bajo el cobijo de las palmeras, yace en una banca la figura de Rulfo que popularizó al destino entre sus lectores.
Entre sus calles empedradas y sus sencillas casas blancas adornadas con faroles, puede verse desde temprano la rutina de sus habitantes que, pausadamente y sin prisa, acuden a sus jornadas de trabajo y se pierden a lo lejos entre los árboles de papaya.
Gastronomía única
Por las tardes, un olor a pan impregna el Pueblo Mágico, así es como se llama a los visitantes a una de las mejores cosas qué hacer en Comala, Colima: probar sus deliciosos Picones, un bizcocho de gran tamaño muy parecido a las conchas, que se disfruta acompañados de un café de olla, ya sea al amanecer o durante la merienda.
Otra delicia que no se te puede escapar, es el ponche, se puede tomar en su presentación refrescante con granada, tamarindo o arándano y en su versión cremosa con nuez, café, almendra o pistache. Todos, acompañados de tusca, un derivado del alcohol que regalan las fértiles tierras del estado para darle sabor y chispa al ponche.
Exhacienda de Nogueras
Durante tu viaje a Comala es imprescindible hacer un recorrido por la Exhacienda de Nogueras, localizada a tan sólo cinco minutos desde el centro de Comala. Construida en el siglo XVIII, sirvió como un ingenio azucarero y décadas más tarde se convirtió en parte del Conjunto Cultural Nogueras.
Foto: Sally Taylor
Dentro de la hacienda se encuentra el Museo Universitario Alejandro Rangel, que exhibe una impresionante colección de piezas prehispánicas adquiridas por el artista para preservar la memoria histórica al alcance de todos. Además, cuenta con un ecoparque, donde la naturaleza y el canto de las aves –fuente de inspiración en la obra del artista–, se despliega en un entorno de tranquilidad y armonía únicos, haciendo que la visita no solo sea enriquecedora en el sentido cultural, sino que se convierta en una escapada para llenarse de oxígeno y buena energía.
Laguna Carrizalillos
Si algo tiene Comala es una naturaleza envidiable. A tan solo cinco minutos del Pueblo Mágico se localiza esta laguna donde animales como las chachalacas y venados deambulan libremente.
Cuenta con espacios para acampar y cabañas familiares por si lo tuyo no es la aventura pero sí el contacto con los entornos verdes. Allí también hay un restaurante y una piscina para tomarte la tarde tranquilamente. A menos de 20 kilómetros se ubica el Volcán de Colima, que con su carácter impredecible puede emitir fumarolas de vez en cuando, causándote sorpresa –y a veces hasta un susto– que no pasa de ahí.
Con información de Visit México