Casi como si se tratara de una religión, estamos acostumbrados a comer la comida caliente. Quién no escuchó en alguna mesa familiar: “¡A comer que se enfría!”. Lo cierto es que ingerir alimentos muy calientes no es bueno para el organismo. Tampoco, yendo al otro extremo, es conveniente beber agua demasiada fría.
Para comer mejor y más saludable, además de seleccionar los alimentos que son más nutritivos, debemos saber que la temperatura es sumamente importante. La temperatura influye en la sensación de hambre y saciedad. Pero ojo, no estamos hablando de perder peso: sino de comer mejor, de una forma más consciente y responsable. A la larga, seguramente, podremos conseguir también controlar el peso.
¿Las comidas calientes sacian más?
Las comidas calientes pueden provocar una sensación efímera de saciedad. Pero no es del todo real. En el corto plazo sí se ha visto que los alimentos calientes sacian más que los fríos, pero al poco tiempo ya estamos otra vez vacíos. Esto es porque al estar calientes se suele comer más despacio y se activa antes la sensación de saciedad. Las comidas calientes irritan un poco la mucosa y pueden dar la sensación de más saciedad. De todas maneras, nunca se recomienda que sean muy calientes porque la persona no lo va a tolerar bien y le va a producir un malestar luego de la ingesta.
De hecho, ocurre que, si la comida está demasiado caliente, la digestión puede ralentizarse. El estómago para lograr el proceso digestivo debe enfriar estos alimentos para llevarlos a la temperatura normal de nuestro cuerpo, lo cual le llevará más tiempo.
Diferencias entre comer frío y en crudo
Comer en frío puede ayudar a que la sensación de saciedad dure más tiempo y, por tanto, evitar picoteos poco después de comer. Los alimentos fríos sacian más dado que el cuerpo internamente este a una temperatura constante de unos 37 grados y si le introducimos comida fría el cuerpo tendrá que calentarlo y el vaciamiento gástrico será más lento, por lo que aumentará la saciedad.
Las comidas calientes irritan un poco la mucosa y pueden dar la sensación de más saciedad. Con las bebidas sucede algo similar. Nunca es conveniente tomarlas muy caliente de todas formas.
Alternar temperaturas
Alternar en las comidas alimentos fríos y calientes es una opción. “Lo importante son los alimentos que ingerimos, pero si introducimos en cada comida esa alternancia de temperatura, nuestro aparato digestivo lo agradecerá. “Si uno quiere tener más saciedad, las temperaturas extremas es una opción.
Bebidas calientes para evitar los antojos: ¿mito o realidad?
Tomar una infusión o un café caliente a media tarde puede ser una buena alternativa para evitar “picar” cosas dulces ya que las bebidas calientes nos ayudan a sentirnos saciados
Cuando uno tiene un deseo de tomar algo, puede hacerlo sin problemas. El objetivo es no querer calmar un antojo o no restringir las ganas de comer algo, tomando un té. O pensar que tomando un té voy a “engañar” al estómago y voy a sacar de mi cabeza las ganas de comer algo, eso no funciona.
Con información de Infobae