La felicidad es un estado de ánimo que sigue una curva en forma de U a lo largo de la vida: la gente reporta altos niveles de felicidad a finales de su adolescencia y en los primeros 20, de acuerdo con un estudio del Buró Nacional de Investigación Económica.
El estudio, citado por el Foro Económico Mundial, analizó el comportamiento y los patrones psicológicos de 1.3 millones de personas de 20 a 90 años, de 51 países (incluido México) y esto encontró:
Conforme avanzan los años, la gente se siente más y más miserable, continuando con este sentimiento hasta principios de los 50, de acuerdo con el estudio. El nivel de felicidad remonta de los 60 en adelante.
Los niveles de satisfacción comienzan a caer cuando las personas se acercan a los 30 años, y siguen un comportamiento similar hasta después de los 50 años.
Las cifras son similares en todos los países que se analizaron, lo cual indica que este patrón de conducta no es privativo de los mexicanos, los estadounidenses, los chinos o los alemanes.
«La evidencia nos indica que los humanos comienzan a sentir un bajón psicológico importante desde los 30 años. Las causas no están muy claras pero sí hay patrones de conducta que encontramos, y casi todos tienen que ver con el estrés que genera el llegar a esta edad. La gente que está en sus 40 y 50 generalmente están en la parte más alta de sus vidas profesionales y familiares, mientras que los que apenas están en sus 30 llegan a un punto donde no saben que pasará con sus vidas y si quieren seguir viviendo de cierta manera».
A esto le puedes sumar el hecho de que México es uno de los países con los menores salarios entre los países de la OCDE: los millennials, jóvenes de entre 20 y 35 años de acuerdo con el estudio, hoy conforman casi la mitad de la población mexicana en edad de trabajar y están en medio de ese escenario gris que arroja historias de gente que entra a un mercado laboral con una escasa oferta de puestos para profesionistas, generalmente mal pagada e inestable.
Las personas que tienen más de 30 años en ocasiones se sienten estancados y atrapados con pocas opciones de mejorar su vida y es donde entra el sentido de dejarlo todo para empezar nuevamente.
«Ya sea en su trabajo, su relación personal o la manera en cómo se relaciona con su familia y amigos, en algún punto de los 30 años la persona será lo suficientemente fuerte para salir adelante o se estancará con este sentimiento depresivo».
Una vez que pase la tormenta’ de los 30 años, las personas comienzan a recuperar el control y empiezan a tomar decisiones más centradas que los llevarán a tener estilos de vida más amenos.
«Nos dimos cuenta que luego de esta crisis emocional y psicológica, los seres humanos vuelven a sentirse plenos y felices a finales de sus 40, retomando los niveles de felicidad que tenían en la infancia y adolescencia entrada la tercera edad».
Con información de Nación