La IA está transformando por completo la actividad industrial y se está aplicando a múltiples sectores con notables resultados.
Uno de los más beneficiados es el sector publicitario, que busca nuevas maneras de llegar a sus audiencias de forma más precisa.
Existen dos tipos fundamentales de IA: el machine learning, que utiliza métodos estadísticos para que las máquinas mejoren con la experiencia con patrones preprogramados, como pueden ser los asistentes virtuales; y el deep learning, una tecnología mucho más avanzada que aprende patrones por sí mismo sin necesidad de programación e intervención humana, como los coches autónomos o las aplicaciones de navegación inteligente que informan del flujo del tráfico en tiempo real.
El deep learning permite personalizar los contenidos según los hábitos del consumidor –el 70% de los usuarios considera importante que los anuncios se relacionen con el contenido que consumen-, pero también los segmenta según el tiempo meteorológico, la hora del día o el tipo de navegación de cada internauta -si, por ejemplo, estás visitando una web sin un objetivo concreto o cliqueas un producto determinado.
Así, al conseguir una segmentación más precisa y afín a los gustos de los consumidores, logramos una publicidad menos intrusiva, más amable y, en definitiva, más adaptada a las necesidades de las personas; una publicidad que no sólo beneficia a las marcas, sino también a los consumidores.
La IA, además, nos permite un análisis inmediato de los datos que contribuye al desarrollo de campañas publicitarias de éxito. No sólo reduce los tiempos de gestión de manera exponencial, sino que permite analizar información que antes no era posible procesar. Por ejemplo, puede examinar millones de palabras clave en distintos idiomas en todo el mundo y tomar decisiones en pocos segundos en función de cientos de variables.
Si analizamos los anuncios en vídeo, un formato prometedor que se ha convertido en una herramienta indispensable para captar la atención de los usuarios, la inteligencia artificial es capaz de seleccionar las imágenes y los titulares de un spot, modificándolos y adaptándolos en tiempo real según las cualidades de cada usuario. Este hecho ha revolucionado la publicidad, porque el clásico target objetivo se ha hiper-personalizado. En lugar de definir un mensaje y lanzarlo a un conjunto de públicos de interés, el usuario se ha convertido en el protagonista y define el mensaje.
El deep learning tiene múltiples ventajas en la publicidad digital. Por ejemplo, agiliza los procesos creativos y de planificación, optimizando las campañas, reduciendo costes y aumentando la rentabilidad de las marcas. De esta manera, ayuda a los profesionales del marketing a generar nuevas ideas y a desarrollar campañas más auténticas. Además, será una tecnología clave para el futuro panorama cookieless en 2023. La IA determinará muchos más modelos predictivos y patrones de búsqueda que serán necesarios para operar en este nuevo contexto.
La IA genera campañas más auténticas y atractivas
Existen ejemplos de grandes anuncios que han utilizado esta tecnología, como la campaña Con mucho acento, realizada por Cruzcampo y ganadora de varios premios. No sabemos si la IA llegará a replicar el comportamiento humano, pero es evidente que sus avances en cálculos inteligentes y modelos predictivos son espectaculares.
Con información de Puro Marketing