Por: Aleyn Merchand
La muerte, un mismo hecho universal que toma connotaciones distintas según la cultura y la costumbre. ¿Qué pasa después de morir? Cada uno tiene una respuesta distinta y cada uno lo averiguará algún día.
Los rituales post mortem los dictan una serie de variantes como el país, la religión, la edad, el género, la costumbre familiar, los recursos económicos y hasta el mismo difunto en su testamento.
México se caracteriza por tener una visión muy especial de la muerte: le ofrecemos flores, le dedicamos poemas, le invitamos un tequilita, y hasta le horneamos pan especialmente para ella. Nuestros panteones también se visten de colores, aromas y música en honor a nuestros fieles difuntos. Prácticamente cada región tiene sus propias costumbres, que van desde concursos de calaveritas en las escuelas y desfiles de catrinas por las calles, hasta visitar las casas de familias que muestran sus ofrendas al público o pasar la noche junto a la tumba de un ser querido el 1 o 2 de noviembre.
En otros países la fascinación hasta cierto punto morbosa por la muerte también existe. Algo interesante que me tocó experimentar en Roma, Italia, fue visitar un cementerio no católico que data de 1816 http://www.cemeteryrome.it/ Bajo las leyes católicas, aquellas personas que sean protestantes, judías, musulmanas, cristianas ortodoxas y de cualquier otra fe no católica, no pueden ser sepultados en cementerios católicos. De ahí nace este espacio donde los creyentes de otras religiones e incluso aquellos que fueran agnósticos y ateos pudieran ser sepultados dignamente.
La leyenda dice que se eligió la ubicación del cementerio por su cercanía a la pirámide de Caius Cestius, un gobernante romano quien la mandó a construir para que algún día fuera su tumba. Sin embargo, como suele pasar con los políticos autoritarios y engreídos, Caius fue tan repudiado que, cuando murió, el pueblo lanzó su cuerpo al Río Tíber. Su tumba-pirámide quedó sin estrenar.
¿Pero, por qué visitar este lugar? Podría parecer algo extraño e incluso morboso acudir a un cementerio a menos que vayas a la tumba de un ser querido. Pues, verán: en este cementerio yacen los restos de varias personalidades de la Literatura y la Historia, como John Keats (1795-1821), poeta británico, de Percy Bysshe Shelley (1792-1822) también poeta y cuya muerte, se dice, fue la inspiración para que su esposa, Mary Shelley, escribiera la famosa obra Frankenstein. Una de las tumbas más notables es la de William Wetmore Story (1819-1895) escultor americano, quien fue enterrado en el mismo sitio que su esposa. La tumba tiene una escultura llamada El Ángel de la Tristeza, la cual él mismo diseñó y construyó en honor a ella. Además, en 1918 el cementerio fue declarado zona monumental de interés nacional, y se considera sitio de interés turístico en Roma. Les recomiendo tomen el tour gastronómico que ofrecen varias empresas como https://www.eatingeurope.com/italy-food-tours/ y que incluyen una visita tanto a la pirámide como al cementerio, y de paso degustan lo mejor de la comida en Roma.
Y mientras organizan el viaje al otro lado del charco, pueden conocer más acerca de las tradiciones locales. Lugares como Atlixco, Huaquechula, Cholula, y hasta la misma capital poblana se visten de gala en estas fechas para mostrarnos las tradiciones en torno al Día de Muertos. En Puebla de Ensueño podemos ofrecerte un tour para que conozcas más de estas costumbres, y también te contaremos algunas leyendas urbanas que te enchinarán la piel. Pero no te preocupes, para el susto tenemos algo mejor que un bolillo: una rica hojaldra de mantequilla y agua de azahar, chopeada en chocolate caliente.
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