El Kama Sutra de Vatsayana Mallanaga, un tratado del siglo III sobre la conducta social y sexual, se ha interpretado a menudo de forma errónea y superficial como un texto pornográfico. Si bien ha dado lugar a una amplia variedad de literatura seria y ha influido en muchas obras de arte, su función en la tradicional «disciplina de la erótica» –kama shastra- ha sido a menudo malentendida, tanto en la India como en Occidente.
En realidad, el Kama Sutra incluye muchas secciones que no tienen nada de sexual, a menos que alguien se excite con los inventarios. Vatsayana consigue la proeza de describir todas las conductas y desviaciones imaginables que aparecen en las relaciones entre hombres y mujeres, al tiempo que aconseja métodos para conseguir éxito en esas relaciones: desde la elección de los compañeros adecuados para las viudas y los viudos, y la mejor estrategia para seducir a la esposa de otro hombre, hasta las clases de hortalizas que las reinas pueden emplear como consoladores en el harén real.
En la tradición sánscrita, la escritura ha sido históricamente desdeñada como un método poco fiable para preservar el conocimiento. En consecuencia, los maestros tradicionales de la India siempre han transmitido en forma oral el conocimiento a los estudiantes, quienes a su vez debÃan memorizar y, después, transmitir fielmente lo aprendido a la siguiente generación. El sutra es un género de literatura sánscrita muy cercano a la tradición oral, porque es un aforismo breve y muy expresivo, pensado para que sea relativamente fácil de memorizar. Vatsayana compuso con este estilo el Kama Sutra: los «aforismos eróticos».
El inconveniente del género del sutra es que a menudo transmite la información de manera tan condensada que muchas de sus referencias resultan incomprensibles sin la ayuda de comentarios adicionales. Es por ello que muchos maestros elaboran comentarios adicionales que explican los textos sutra y aclaran sus significados. En el caso del Kama Sutra, el más famoso es el que realizó Yashodhara Indrapala en el siglo XIII, conocido como Jayamangala, en el que intenta explicar los numerosos puntos oscuros y secciones perdidas del texto de Vatsayana. Sus comentarios, entrelazados con el texto original, actúan como una segunda voz: aclaran, contextualizan y teorizan.
El Kama Sutra llegó a las lenguas occidentales y al habla inglesa gracias a una traducción -que en realidad es la mezcla del Kama Sutra y el Jayamangala– realizada en 1833 por el explorador y erudito inglés sir Richard Francis Burton. Pero, dado que la sensibilidad de la época desaconsejaba las menciones al lesbianismo, la pederastia y otras conductas, muchas partes del texto original fueron traducidas eufemÃsticamente o, incluso, eliminadas del todo. Por ejemplo, Burton tradujo acciones como «acariciar» y «tocar» de original sánscrito, como «lavar con champú», lo cual, aunque muy higiénico, serÃa de mucha menor ayuda para un joven marido que trata de convencer a su esposa virgen para que acepte sus caricias por primera vez.