Despertando, sin saber que sucedió, sin tener la noción de que hora es, caminando sin sentido, todo atolondrado; tratando de distinguir lo que hay a lo lejos y recordando que lo único que nos motiva es el miedo, nos impulsa a sobrevivir y nos da fuerza para enfrentar de nuevo a un día tan diferente a otro, un día donde los muertos regresan, donde los humanos son salvajes, donde nuestra mayor virtud es el pensar en uno mismo. Un día tan diferente a otro ya que sólo hay muerte, destrucción, miedo y ganas de sobrevivir… Esos seres míticos que han revolucionado el cine de terror al grado de crear su propio género, esas películas de zombis (muertos vivientes, chasqueadores, caminantes, etc.) nos muestran un mundo infestado por una virus, una plaga, hongo u otro motivo por el cual la gran parte de la humanidad son seres con el único motivo de saciar su hambre y los protagonistas tienen que sobrevivir a esa masacre. Al parecer la dinámica es similar en toda película de zombis, pero nosotros, los amantes de los zombis nunca nos cansamos de una buena película de terror con sus tintes de gore y sobrevivencia mezclada con acción y drama; en este caso una película muy singular ha llegado a nuestros cines titulada La Noche se Devoró al Mundo (La Nuit a Dévoré le Monde) con la sinopsis oficial “Al despertarse una mañana, Sam se da cuenta de que está solo y de que las calles están plagadas de muertos vivientes. Aterrorizado, tendrá que protegerse y organizarse para seguir viviendo, sin saber siquiera si es el único superviviente de tan inesperada plaga.”
Su director Dominique Rocher nos adentra en un viaje de sobrevivencia mental, de estabilidad emocional, mostrando una adaptación que puede tener un sobreviviente ante un entorno no familiarizado. Donde su cordura estará en juego y mostrará el miedo y desesperación que puede tener una persona que está enfrente de un apocalipsis zombi.
Rocher plantea bien esa filosofía un tanto desolada y nos muestra cómo se puede evolucionar con lo que se tiene a su alrededor, el como uno depende de sus instintos animales para salir adelante y el como la mente trata de estar estable mostrando así flechazos catárticos. Para mí el personaje principal Sam (Anders Danielsen Lie) tiene un desarrollo y planeación bien plasmada, es un personaje que tiene muchos matices, nos muestra ese momento íntimo, nos hace ser parte de ese momento, como también nos muestra esa evolución que tiene para sobrevivir y salir a delante; ya que cualquier cosa mínima nos puede dar viva, nos puede ser esperanza y sobretodo nos da un pequeño respiro de lo que era ese mundo al que antes pertenecía.
En cuestiones de musicalización la película tiene una buena banda sonora, es atrapante, los sonidos son exactos y precisos, como los planos con los que se maneja la película son cautivadores y expresa esa intimidad de tiene muchas películas francesas.
La Noche se Devoró al Mundo, es una película de zombis, pero no es la típica película donde hay un desenfreno de sangre, gore, miedo, y gritos; sino es una película muy en particular que te hace soñar, pensar, analizar esa soledad y el comportamiento de un sobreviviente. Tan íntima como si fuera una película artística de terror.