Por Marco Antonio Martínez
Queridos amigos como saben en estas fechas se realiza la feria de Cholula y no podía dejar pasar el pasado sábado, que es ya toda una tradición y que es el día 8 de septiembre que se conmemora la fiesta principal a la Virgen de los Remedios. Así comienzo con esta historia en donde peregrinos y comerciantes del valle de Puebla y de la mixteca acudían a visitar a la Virgen, al igual que lo hacían los peregrinos de Mesoamérica para visitar a Ehécatl Quetzalcóatl en particular los mercaderes (pochtecas), en antaño la fiesta de mercaderes duraba 40 días, en los cuales vendían e intercambiaban mercancías, justo era que 40 días antes compraban a un esclavo y lo entregaban a los sacerdotes para ser sacrificado, durante ese periodo lo vestían como Quetzalcóatl y tenía gente que lo acompañaba y en la noche era enjaulado para que no huyera, por las mañanas lo sacaban y lo alimentaban bien, le obsequiaban collares de flores que le colocaban en manos y cuello antes de cantar y bailar, salían y recorrían la ciudad cantando y bailando bajo del son de una flautilla para ser conocido por niños y mujeres por su parecido al Dios, lo saludaban y le ofrecían muchas cosas.
9 días antes de la fiesta, dos ancianos venerables del templo (que coincidencia que hoy en día el 31 de agosto se celebre la procesión de los faroles), visitaban al esclavo, con humildad, con voz baja y reverencia le decían: “Señor, sepa que dentro de nueve días se le termina el trabajo de bailar, cantar, y sepa que ha de morir”, el esclavo debía responder: “apercibimiento”.
En ocasiones el esclavo entristecía, no bailaba alegre y contento, entonces tomaban navajas para sacrificar, lavaban la sangre de sacrificios anteriores, lo mezclaban con cacao, plantas alucinógenas y le daban a beber al esclavo, quedando sin memoria e insensible, con esta bebida volvía a bailar y cantar contento olvidando el “apercibimiento” que le habían hecho y se ofrecía contento a la muerte, originado por un brebaje especial porque consideraban que si entristecía, era mal augurio y por consecuencia pronóstico de un mal futuro.
El día de la fiesta, a media noche, después de haberlo honrado con copal y música, lo tomaban para sacrificarle su corazón a la luna, su cuerpo era arrojado por las 60 gradas de la pirámide de Cholula, donde lo alcanzaban los pochtecas, lo llevaban a guisar en la casa de la más principal pochteca, en diferentes manjares para que al amanecer celebraran la comida y banquete, dando primero los buenos días al Dios con un baile y se guisaba al sacrificado, se hacía un baile junto a una candela, al banquete solemne, llegaban mercaderes donde comerciaban todo tipo de mercancías, especialmente compra y venta de esclavos, ofreciendo uno cada año.
Hoy en día “La Fiesta de los Mercaderes” continúa a través de la Quema del Panzón, los principales de los barrios recuerdan que llevan alrededor de 60 años festejando esta tradición.
Al inicio no era un muñeco sino juegos pirotécnicos que quemaban los barrios en las escalinatas principales del Santuario de los Remedios y al finalizar repartían fruta como manzanas, duraznos y taco placero.
A través del tiempo los barrios fueron dejando de hacer esta fiesta, debido a la transición de las Mayordomías que ocurren en cada barrio, pero solamente dos de ellos que son Santa María Xixitla y San Matías Cocoyotla continúan con la “Quema del Panzón”.
Hoy podemos ver que es un enorme muñeco pirotécnico el cual lleva cerca de 50 años de festejarse de esta manera.
El “Panzón” representa al esclavo que sacrificaban los pochtecas al Dios Ehécatl Quetzalcóatl, cada 8 de septiembre, el “Panzón” parte de Santa María Xixitla y San Matías Cocoyotla por separado, cada barrio lo acompañan mayordomos, principales, mandones o comisión con los estandartes y los platos de sus respectivos cargos, con música de viento y cohetones dirigiéndose hacia el Santuario de los Remedios para quemarlo.
El muñeco representa el mayordomo del barrio, los juegos pirotécnicos lo elaboran de acuerdo al apodo del mayordomo o del oficio que desempeña, por lo tanto el panzón porta el nombre del mayordomo, es rellenado de manzanas y que simboliza el corazón del sacrificado que al final al quemarlo se abre una compuerta donde cae toda esa colación para los asistentes que gustosos tratan de recoger alguno, al comernos la manzana llevamos a cabo el sacrificio, justo en ese momento ofrecen tortas de rajas rojas y queso, al término de la quema ambos barrios acuden al banquete de principales y mandones en Xixitla, ofrecen panes de manteca rellenos de rajas y queso, mientras que el barrio de Cocolotla, el mayordomo ofrece taco placero compuesto de rajas, queso, cecina, pápalo y ahuacate, una comida tradicional en las fiestas dedicadas a la Virgen de los Remedios.
La Quema del Panzón en San Cristóbal Tepontla
Ahora les contaré “La Quema del Panzón. El cuerpo gordo como objeto de deseo”, proyecto de Santo Miguelito Pérez, el cual se realizó con el apoyo del Programa de Estímulo a la Creación y Desarrollo Artístico del Fondo Estatal para la Cultura y las Artes del Estado de Puebla.
Cabe señalar que en el barrio de San Cristóbal Tepontla existen poco más de 40 talleres de acuerdo al mapeo realizado por el organizador de este evento, y además aquí es lugar también de músicos.
Este día sábado pasado 8 de septiembre en el atrio de la iglesia del barrio de San Cristóbal Tepontla de San Pedro Cholula, a eso de las 6:00 p.m. empezaron a congregarse los invitados y a partir de las 6:30 de la tarde empezó a tocar la banda de viento que estaba presente y con ello dos figuras que hacían la función de botargas, además de uno tipo soldado romano y algunos lugareños que organizaron este evento junto con Santo Miguelito Pérez.
La procesión partió alrededor de las 7:00 p.m. hacia el Cerro del Zapotecas, lugar de algunas leyendas y cerro reserva en la actualidad y en donde está permitido a los talleres de pirotecnia albergados en este barrio tener aquí sus centros de elaboración en una explanada a una distancia de 1.500 a 2.000 metros de la iglesia.
La Quema dio inicio a eso de las 8:00 p.m. con el Panzón representando a un “Mariachi” bien ataviado, de traje negro con un violín del taller de piroctenia “Estrellita del Sur” de Anastacio Zacatzontle.
Acto seguido, toco el turno del taller “La Pantera” cuya directora es Blanca Esthela Mejía, un espectáculo de luz, sonido y pirotecnia.
Por último fue la presentación del taller “El Junior” a cargo de Guillermina Tlachi, terminando a las 9:30 de la noche, con un dragón simbolizando al panzón que abrió sus alas.
Fue un evento tipo competencia de panzones intervenidos y con premiación única de $5,000.00 (cinco mil pesos 00 /100 mn), evento organizado por Santo Miguelito Pérez y en donde el viernes por la tarde y sábado por la mañana se enseñó a elaborar coronas tejidas.
A mis apreciables lectores espero que les haya gustado esta crónica, si gustan compartirme alguna historia amena de su comunidad o hacerme algún comentario, pongo a su disposición el siguiente número de WhatsApp que es el 22 25 61 95 41 o me pueden enviar un correo electrónico a la cuenta de marco_anthony@hotmail.com Estoy a sus órdenes para quien guste un recorrido por sitios turísticos de interés de Puebla, se despide de ustedes su humilde servidor.