La rueda del tiempo, en Amazon Prime Video suena ya como una vieja historia. La de esas series que intentan hacer lo que se supone que deben hacer para suplir el hueco de otra pero que fallan en originalidad, en personalidad, en interés. La serie tiene un buen material de partida, y unos buenos mimbres para el comienzo de una temporada inicial.
Está basada en la saga literaria de fantasía épica escrita por el escritor estadounidense Robert Jordan, y el creador de la serie, Rafe Judkings, conoce las novelas y todo lo que las rodea como la palma de su mano.
¿De qué trata exactamente?
Nos traslada a un universo de fantasía medieval, amenazado por el regreso del Oscuro, una fuerza maligna a la que solo puede combatir el Dragón, que debe renacer en un nuevo cuerpo.
Encargadas de proteger es statu quo y asegurar que esa profecía llegue a buen puerto están las Aes Sedai, un grupo de mujeres que canalizan los poderes mágicos busca a ese joven elegido o elegida en la pequeña villa de Dos Ríos, donde las amenazas pronto se harán notar. Allí viven Egwene (Madeleine Madden), Rand (Josha Stradowski), Perrin (Marcus Rutherford) y Mat (Barney Harris), que verán sus destinos unidos irremediablemente a los de esta mujer.
La serie aprovecha el tirón de Juego de tronos para adaptar una saga más cercana a El señor de los anillos (de hecho, la editorial de la obra de Robert Jordan pretendía rellenar también ese hueco), con la que coincide más en tono. La gran novedad es su apuesta por las protagonistas femeninas fuertes, ya que en este universo son ellas quienes manejan el poder.
Las críticas han sido bastante tibias hasta ahora, aunque coinciden en que los capítulos disponibles presentan un buen material de partida desde donde se puede prosperar. De hecho, los capítulos posteriores al primero son mejores que este inicial, ya que vemos algo más del universo donde se mueven sus personajes, y las relaciones que se establecen entre ellos.
Con estos elementos sobre la mesa, La rueda del tiempo demuestra que menos es más: lo que puede hacer que una serie sea buena no está en su presupuesto, sino en su historia y su forma de contarla. De hecho, el presupuesto (en torno a los 10 millones por episodio, más que Juego de tronos en su comienzo) no parece haberle rentado en lo visual. ¿Y si en lugar de haberse gastado tanto en escenarios se hubieran destinado más esfuerzos a una fotografía y dirección sugerentes, y a efectos digitales de mayor calidad y mejor introducidos? Para La rueda el tiempo, tan amplias ambiciones son una maldición.
Con información GQ