Hoy en día, ya no es una novedad, más bien le pondría el nombre de obsesión, ya que en la actualidad va de la mano con la de las mujeres.
Las inversiones en el arreglo personal ya son tan equitativas que no sabemos si ya es por sentirse bien o por verlo como una competencia. Por ejemplo:
Faciales, arreglo de manos, pies, depilaciones, masajes, el mejor corte, un buen arreglo de barba, sin dejar pasar una excelente vestimenta acompañada de una fragancia de primera, ah, y que no se nos olviden los accesorios. Por increíble que parezca, estos son servicios que en la actualidad los hombres se realizan.
Algunos piensan que la vanidad es sentirse obsesionados con llamar la atención de una u otra forma y tratar de ser admirados por los demás, el gusto por verte bien o que la gente te vea bien en todos los aspectos, cuando recaigo se vuelve una competencia en nuestro entorno social
Pero, seamos realistas, y me refiero en concreto a las mujeres, que en ellos también aplica la de “no hay hombres feos, si no mal arreglados “. ¡Niéguemelo!
Cómo evitar voltear a escanear el área cuando percibimos un aroma de esos que nos hacen cerrar los ojos y que nos arranque un suspiro, tan sólo para que al abrirlos nos demos cuenta que no es «el modelo de televisión» que esperábamos, pero bueno, siempre hay un roto para un descosido, igual y el es el amor de tu vida.
A esos hombres les mando como un millón de aplausos, ya que con el simple hecho de hacernos voltear por su aroma llevan un punto de ventaja.
Y qué decir de la primera cita. ¡Uy!, ahí sí les agradecemos sus cuidados, dando por hecho que se esmeran hasta en el ultimo detalle para poder agradarnos.
Sigan así, chicos, ya que de antemano sé que conforme la tecnología avance, ustedes seguirán empeñándose para poder gustarnos (tanto a ellas como a ellos). Sólo no dejen que su esencia se pierda.