Por Marco Antonio Martínez
Muy queridos amigos, aprovechando este sábado pasado que fue 15 de septiembre, se festejó en Acatzingo, que su nombre significa lugar de pequeños carrizales, es uno de los 217 municipios del estado de Puebla (centro-oriente de México), la Virgen Dolorosa que se encuentra en la Avenida 2 Poniente.
Este 14 de septiembre, salió en procesión la imagen de la Dolorosa en punto de las 11 de la noche para recorrer casi 8 kilómetros por las calles de Acatzingo, adornadas de luz, flores y banderines, destacaron sus elaboradas alfombras hechas de aserrín y demás frutos y verduras que engalanaron la Noche de la Dolorosa, culminando el recorrido cerca de las 6 de la mañana del 15.
Una fiesta única, se los recomiendo para el próximo año y revisemos la historia.
Los jesuitas a través de Juan Correa, sustituyeron a la Concepción de María por la imagen de María Dolorosa en el nuevo retablo, acorde a los fundamentos que guiaron el pensamiento de esa época.
Desde finales del siglo XVII la devoción estaba arraigada profundamente entre la población. Surgieron nuevos focos devocionales; tal es el caso de la Dolorosa de Acatzingo en Puebla que marcaría nuevos derroteros al culto.
Se cuenta que la Virgen de los Dolores fue hallada por una posadera en el arcón de un viajero, que nunca volvió a buscarlo. Del rostro de la Virgen manaban gotas de agua por lo que fue trasladada a la iglesia parroquial.
Cronológicamente, la presencia de la imagen más antigua de esa advocación de la Virgen se sitúa en 1609 en la plaza mayor de Acatzingo, Puebla, en un mesón ubicado en la calle Real de Orizaba, donde era habitual que se alojaran arrieros y otros viajeros que transitaban entre México y Veracruz. Según la tradición popular, el lienzo de esa virgen transpiraba por sí mismo el día cinco de septiembre de cada año, razón por la cual la fiesta que se celebraba en su honor en esa fecha terminó por denominarse Fiesta del Sudor. Otra fecha importante en la que se le celebra es el Viernes de Dolores. Cuando la imagen de la Dolorosa de Acatzingo cobró celebridad en Puebla y luego en Nueva España, se fundó la primera cofradía en su honor en 1693. Para. En 1767 había trece cofradías dedicadas a esa Virgen en toda Nueva España, pero fue en Puebla donde arraigó su culto. La Virgen de los Dolores velaba por el orden familiar, la honra de las hijas y la fidelidad del marido (Medina 1975: 155; Gonzalvo 1993: 115; Vargas 1956).
Oficialmente la fiesta de esta advocación de la Virgen se debía efectuar el día quince de septiembre de cada año, pero sólo su coronación se celebró en esa fecha, no así sus fiestas tradicionales (Vargas 1956, I: 280-281).
Es importante tener presente la ubicación geográfica de Acatzingo como parte de la ruta de enlace México-Veracruz, pasando por Orizaba, y la dispersión tardía del culto a la Virgen de los Dolores. Nótese además el nombre de la calle mencionada antes, donde se encontraba el mesón de Acatzingo: Orizaba. ¿Pudo darse una asociación entre la Virgen de los Dolores y Orizaba por eso? La tradición oral de Orizabita nada dice sobre la llegada de la Virgen a su pueblo.
En 1946 Abelardo Carrillo y Gariel apuntó en su estudio: Técnica de la pintura de la Nueva España el siguiente juicio que conviene conocer: “La Virgen María, como Dolorosa, actitud en que suele representársela después de la Muerte de su Hijo, no gozó de extenso culto y excepcionalmente se le encuentra a partir del segundo cuarto de siglo XVII; de todas maneras, las figuras aisladas que la pintan en este lance no sólo son escasas, sino una manifestación esporádica”.
Fuente de los Dolores
Según cuenta la crónica esta fuente era del convento franciscano de Acatzingo, fue construida en el año de 1591, ya a finales del siglo XVI. Del jardín monástico la trasladaron al lado oriente de la plaza principal, y en el año 1922 al atrio parroquial, con dirección al Santuario de la virgen de los Dolores, por la siguiente historia.
En 1609 Don Juan Sesatti Lozano era el párroco del pueblo de Acatzingo. En la esquina de la plaza hacia la antigua calle Real de Orizaba, había un mesón administrado por Doña Antonia Negreros.
En ese mesón se alojaba traficantes y viajeros que hacían su recorrido entre Veracruz y México. Un día un pasajero dejó a guardar una caja a Doña Antonia, diciéndole que pronto la recogería, pero como el dueño no regresaba, despertó la curiosidad de la señora.
Al desclavar la tapa se hallaron en el fondo dos imágenes perfectamente enrolladas, una del Santo Ecce Homo, y la otra de la Virgen de los Dolores, de gran fama por sus milagros.
Esas imágenes encontraron sitio en aquella casa cristiana, modelo de paz, que fue irrumpida por un extraño acontecimiento, pues que del rostro de la Virgen emanaban gotas de agua, la señora tomo un paño y la secó; pero se repetían las gotas de agua. El sacerdote llevó la imagen al templo parroquial.
La señora reclamó la imagen para llevarla a casa, pero al no dársela, tomó la imagen del altar y salió corriendo de la iglesia, seguida por el sacristán. En esto la Señora negreros llegaba hasta la fuente mencionada y al verse descubierta arrojó el imagen, viendo que las aguas se abrían sin que el lienzo se mojara, hecho que constató la gente que en esos momentos se reunía para ver lo sucedido, la cual comentó que tal cosa no era más que la revelación de la milagrosa Virgen, desde ese entonces lleva el sobrenombre de los Dolores.
La Fuente de Acatzingo, puede considerarse como de las primeras que abre el ciclo a las coloniales de Puebla, porque data del reinado de Felipe II.
Espero que les haya gustado esta leyenda e historia a mis apreciables lectores, si gustan compartirme alguna historia amena de su comunidad o hacerme algún comentario, pongo a su disposición el siguiente número de WhatsApp que es el 22 25 61 95 41 o me pueden enviar un correo electrónico a la cuenta de marco_anthony@hotmail.com Estoy a sus órdenes para quien guste un recorrido por sitios turísticos de interés de Puebla, se despide de ustedes su humilde servidor.