Maribel Morillón | e-Consulta
El trabajo de los últimos 30 meses por parte de la Upaep llegó a la cúspide luego de que este jueves finalmente fue lanzado el cohete Falcon-9 de Space X con el nanosatélite AztechSat-1 a bordo.
En esa empresa 85 académicos y estudiantes emplearon todos sus conocimientos para dar este paso histórico para México y para Puebla.
Desde una sala en el campus central de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Upaep), los artífices del proyecto se reunieron para la cuenta regresiva del lanzamiento en Cabo Cañaveral, que ayer tuvo que ser postergada a causa de las condiciones climáticas.
Los múltiples requisitos que solicita la NASA finalmente se cumplieron este jueves y en punto de las 11:29 horas despegó el cohete con el primer nanosatélite diseñado y construido por estudiantes mexicanos de la Upaep, que incursionó en este ámbito desde 2016 cuando inauguró la Ingeniería en Aeronáutica Espacial.
#VIDEO🛰 Momento en que es lanzado el cohete Falcon-9 de Space X con el nanosatélite #AztechSat1 a bordo. El trabajo de más de 30 meses por parte de la @UPAEP llegó a la cúspide.
Vía: @MarybelMory pic.twitter.com/57xnSlzRnx
— Periódico e-consulta (@e_consulta) December 5, 2019
El director del proyecto, Hector Simón Vargas Martínez, celebró junto con otras estudiantes de la universidad, el lanzamiento del cohete que pondrá en órbita el nanosatélite con miras a mejorar la comunicación de la red satelital «Global Star».
En entrevista para e-consulta, Vargas Martínez señaló que la misión es que el cohete deje la cápsula que tiene en la punta en la Estación Espacial Internacional, y será la lanzada a finales de enero, y desde ahí empezará a operar el satélite cuyo objetivo es la intercomunicación con la ya citada constelación de satélites.
«Estamos resolviendo un reto tecnológico o un problema que actualmente los satélites no pueden hacer, y esto es la intercomunicación con la constelación de satélites “Global Star». Estos satélites van a demostrar que sí es posible comunicarnos con una constelación, mejorar el tránsito de datos hacia tierra y evitar las estaciones terrenas” comentó.
En el proyecto también participaron jóvenes de diferentes disciplinas, algunas de ellas que aparentemente no tendrían relación con la investigación aeroespacial, sin embargo lograron aportar desde su trinchera algo de sus conocimientos y así formar parte de este historia.
Franceline Segovia Irisson, alumna de Ingeniería Biónica, en entrevista para e-consulta desde el laboratorio donde se materializó el proyecto de AztechSat-1, mostró la réplica, que mide 10 centímetros cúbicos y pesa aproximadamente un kilogramo gracias a que se usó aluminio e información en tarjetas que van a decir cómo se encuentra el satélite.
“Tiene distintas partes adentro donde se le insertan tarjetas. En cada una de estas tarjetas tiene una configuración específica que nos va a decir su temperatura, el estado de las baterías, prácticamente para conocer la salud del satélite, tiene alimentación de celdas solares», señaló.
El satélite cuenta con antenas y un sistema de liberación que va a desplegar para que queden en la posición adecuada, permitiendo así transmitir y recibir los datos necesarios para la investigación.
El cohete Falcon-9, de la empresa Space X de Elon Musk, se quedará en la Estación Espacial Internacional alrededor de dos meses y después se desplegará para iniciar la misión y tendrá una operación de un mínimo de 90 días, aunque la operación se puede alargar hasta que el satélite se caiga y se desintegre.
Franceline Segovia mencionó que para ella es una gran satisfacción ser parte de este proyecto, ya que el ver el nombre de su universidad con grandes instituciones como la NASA y ver que han hecho historia en México, por ser el primero nanosatelite lanzado desde la Estación Espacial Internacional, los motiva e impulsa.