El tiempo se acaba y los Reyes tienen que solucionar la monserga de los regalos para complacer a los niños. En 360° los entrevistamos para saber qué es aquello que más los estresa de la titánica jornada que les espera.
- Los precios. El aguinaldo, que cada vez alcanza para menos, ya se fue en las cenas de Navidad y Año Nuevo, asà que ahora habrá que estirar lo poco que se tiene para ver en qué puede alcanzar. En una de esas hasta se van a echar una visitada a la casa de empeño antes de ir por los regalos.
- La disponibilidad. No falta el hecho de que a última hora se quieran adquirir los juguetes y ya no los haya «en existencia». Es importante recordar que las tiendas son expendios y no fábricas de artefactos, asà que si ya no encontraron lo que buscaban es mejor evitarse el coraje y continuar buscando, o si ya de plano se agotó el tiempo, improvisar con algo similar a lo que pidieron los niños.
- La inseguridad. Con tanta gente en las calles, las ratas también van a andar a la orden, asà que es importante estar al pendiente de la gente alrededor. Aunque las autoridades montan operativos para «garantizar las seguridad» de los Reyes, nunca falta el ingenio de los malhechores que abundan en mañas para cometer sus atracos. Es importante mantener la cartera y los objetos de valor en un lugar seguro y pedir el apoyo de los uniformados si es necesario.
- La reacción de los niños. Como ya se mencionó en el punto 1, no siempre alcanza para todo lo que piden los «angelitos», asà que es posible que no queden conformes con lo que se les da. Es también un asunto de educación el hacerles entender que no todo lo que piden se les puede proporcionar; por mucho que se argumente que la mercadotecnia los bombardea, hay que recordar que los lÃmites de ese bombardeo de mercado se ponen en casa, asà que hay que si no se quieren niños en exceso exigentes, hay que enseñarles hasta dónde se puede y hasta dónde no.
- Que los niños aprovechen sus regalos. Un poco vinculado al punto anterior, este apunta en el sentido de que los niños encuentren en verdad una satisfacción en lo que se les proporciona, por ello es importante estimular su imaginación más allá de lo que ven en los artefactos electrónicos. Actividades como la lectura y los distintos tipos de ejercicio al aire libre son indispensables si se quiere que los niños desarrollen una capacidad de concentración y apreciación que parecen cada vez más extintas en el carácter de la gente. Al final, la infancia es una etapa única, donde el desarrollo de todas las capacidades es primordial, y este sano desarrollo es responsabilidad de los adultos, asà que ¡abusados, queridos Reyes Magos!