Protagonistas de escenas memorables de películas, también, de momentos románticos en la vida real, de recuerdos infantiles que jamás se olvidarán y de anocheceres espectaculares sobre las ciudades más importantes, las ruedas de la fortuna o norias siempre son una buena excusa para hacer las maletas.
Conoce las mejores alrededores del mundo:
Ain Dubai (Dubái)
El hogar de la noria más grande del mundo. Con 250 metros de altura y 48 cabinas, la Ain Dubai se inauguró en octubre de 2021. Sus 48 cabinas realizan una rotación completa en aproximadamente unos 38 minutos. Tiempo suficiente para una de las experiencias skybar que ofrecen en sus cabinas premiun. Por supuesto, el viaje puede ser en una cabina privada y a todo lujo, ¡qué menos para una ciudad como Dubái!
High Roller (Las Vegas)
La «Capital del Entretenimiento Mundial» no podía dejar de tener una noria. Cuando se inauguró en 2014, la High Roller de Las Vegas se convirtió con sus 168 metros de altura en la más alta del mundo. La carta de experiencias es amplia. Incluye una barra libre con barman incluido. Eso sí, hay que ver cuántos cócteles pueden ingerirse en media hora que dura el giro de la noria.
London Eye (Londres)
Hasta 2006 tuvo el honor de ser la más alta, pero la fama es efímera en el ambicioso mundo de las norias. Eso sí, su ubicación sigue siendo privilegiada, a orillas del Támesis y con vistas al Palacio de Westminster y al Big Ben gracias a sus 135 metros de altura. La London Eye se ha convertido en un auténtico imprescindible de Londres. La Rueda del Milenio, como se la conoce al ser inaugurada en el año 2000 es todo un prodigio de la ingeniería, ya que en ningún caso los ejes de la noria interrumpen las vistas desde ninguna de las 32 cápsulas que la componen.
Singapore Flyer (Singapur)
La destronada por Dubái fue inaugurada en 2008. En aquel entonces, con 165 metros de altura se aseguró ser la más alta del mundo. Que haya perdido el récord no significa que ya no tenga encanto. Su altura es más que suficiente para disfrutar de unas vistas a una de las ciudades más futuristas del mundo: desde cualquiera de las 28 cabinas de la Singapore Flyer se disfruta de vistas al hotel Marina Bay Sands, coronado por su singular piscina o el puente Helix. El diseño de Kisho Kurokawa y DP Architects se inspiró fusionando el clasicismo de la Torre Eiffel con la modernidad de la London Eye. Hoy gira en sentido de las agujas del reloj en recomendación a maestros de feng shui, así que una vuelta en ella (con una duración de media hora) seguro que dejará un buen estado de ánimo.
Melbourne Star (Melbourne)
La anterior de 2008 hubo de clausurarse por problemas técnicos. Esta nueva se inauguró en 2013 y desde sus 120 metros de altura se ve un horizonte de 40 kilómetros sobre Melbourne, de ahí que el giro se haga acompañados de una audioguía con información de lo que se ve. Destacan sus experiencias más glamurosas, con copa de champán, cabinas privadas con comida o, incluso, pedidas de mano y bodas por todo lo alto.
Deno’s Wonder Wheel (Coney Island)
Luna Park lució en la película de Woody Allen Wonder Wheel como si aún siguiera en 1950. El parque de Coney Island mantiene esa magia vintage, como si el tiempo no hubiera pasado. Y en él, a pesar del montón de atracciones modernas que hay, la Deno’s Wonder Wheel sigue siendo la experiencia más deseada. Esta pieza histórica -en 1989 fue reconocida como monumento histórico del Estado de Nueva York- tiene 46 metros de altura, por lo que asegura vistas de la playa de Coney Island y del horizonte de Manhattan. Como si fueran las pastillas de Matrix, en esta noria también hay que escoger, o las cabinas roja y azules o las blancas. Las primeras se balancean mientras suben, mientras que las segundas quedan fijas.
Giradabo (Barcelona)
Son tan solo 20 metros de diámetro para 16 coloridas góndolas descubiertas de estética clásica, pero aunque las cifras no son de récord sí es muy querida en la ciudad. De hecho, esta es la cuarta noria que gira en la larga historia del parque de atracciones del Tibidado. Desde arriba se puede disfrutar de unas vistas espectaculares de Barcelona.
Niagara Skywheel (Canadá)
El parque de atracciones Clifton Hill tiene un duro competidor en las cataratas del Niágara, que se encuentran a pocos metros a pie. Pero como dice el dicho, si no puedes con tu enemigo, únete a él. Es lo que hicieron con esta noria que con 53 metros de altura permite una de las vistas más divertidas sobre las cataratas. Como ellas, también la noria gira y gira, siempre cambiante, y sin embargo, siempre permaneciendo igual.
Hi-sky Münche (Múnich)
Munich es tan clásica como para ser conocida como la «Atenas del Isar» y a la vez es tan vanguardista como para tener un estadio diseñado por Herzog & de Meuron o la Hi-Sky Münche, una espectacular noria de casi 80 metros de altura. Sus 27 cabinas tienen vistas privilegiadas que se extienden desde la ciudad hasta prácticamente tocar los Alpes. El viaje dura 30 minutos y hay desde experiencias simples a la posibilidad de celebrar un cumpleaños infantil o disfrutar de un desayuno completo.
Wiener Riesenrad (Viena)
Inaugurada en 1897 es una maravilla de la tecnología vintage que sigue funcionando igual de bien que cuando el director de cine Carol Reed rodó la memorable escena protagonizada por Joseph Cotten y Orson Welles para el El Tercer Hombre. Tras sufrir importantes daños durante la Segunda Guerra Mundial, la Wiener Riesenrad fue restaurada en 1947 para que sus 30 grandes cabinas rojas lucieran como el primer día. Más que una noria, todo un símbolo de la ciudad.
Con información de National Geographic